Las comparaciones son odiosas: el Govern de Illa se beneficia de la herencia de ERC
El 'procés' dejó un gran hueco en el centro que ahora explota el PSC: seguridad, prisiones, economía e infraestructuras
No por casualidad, el Govern del expresidente Aragonès fue muy penalizado en las urnas el pasado 12M. Además de la acumulación de varios problemas fundamentales, había en el ambiente una sensación de desgobierno e infantilización de la ciudadanía. El ejemplo más claro fue el de la inseguridad, que el exconsejero Elena achacaba a las “percepciones”.
Así mismo, ERC cargaba con la peor cara del hundimiento procesista. Una mezcla muy distintiva de tendencias ‘woke’ y decepción de su electorado más nacionalista. Hay que tener presente que una repetición electoral puso sobre la mesa la posibilidad de que el PPC le hiciera sorpasso a ERC.
Todo esto ha generado un marcado agravio comparativo entre PSC y ERC. Aunque más que un liderazgo renovado del PSC, se trata de una larga incomparecencia de ERC. Sobre la reciente medida de no permitir la entrada de presos con delitos de sangre a las cocinas, por ejemplo, Espadaler ha dicho que es de “sentido común”.
En cualquier caso, los ejemplos son variados y muestran que el procesismo dejó un enorme hueco de centralidad en Cataluña. Tampoco se olvida que, hasta hace nada, desde Junts insistían en multar a las empresas que se huyeron en 2017. Incluso Sánchez Llibre tuvo que salir a criticar la ocurrencia.
Seguridad
De que Cataluña “es un país seguro a pesar de la extrema derecha” hemos pasado a que la prioridad es “revertir la curva delincuencial”. Lo primero, lo dijo el exconsejero Elena, y lo segundo su sucesora en Interior, Núria Parlon. De hecho, sobre la propuesta de Junts para atajar la multirreincidencia, Parlón dijo que era “acertada”.
Así mismo, el presidente Illa dijo en una de sus primeras intervenciones parlamentarias que la inseguridad era una “política fundamental” de su Govern. “Si no hay seguridad, los equipamientos que queremos hacer no tendrán uso”, dijo. Esto contrasta con la actitud defensiva que tomó ERC cuando se ponían los datos sobre la mesa (hasta Alfred Bosch lo vio con claridad).
Si cumple sus promesas de campaña, el PSC apoyará la reforma del código penal, aumentará el número de mossos y creará una unidad contra la multirreincidencia.
Prisiones
Las reformas en el sistema penitenciario catalán son otro ejemplo de hasta qué punto ERC contemplaba las cosas de forma binaria: o ellos o el radicalismo. Pero la petición de los sindicatos era tan básica como que “no queremos dinero, queremos seguridad”. En ningún momento pusieron en duda la labor de reinserción que debe cumplir la cárcel.
Esto explica que el sindicato CSIF hablara de Ubasart como la “peor” consejera de la historia del Departamento. Y también explica que dieran la bienvenida al nuevo consejero de Justicia. Por su parte, Espadaler ha hablado de que el modelo penitenciario no “está en crisis”, pero que hay que “garantizar la seguridad”.
En esta línea, destituyó al responsable de reinserción, David Font, y prohibió la entrada a presos con delitos de sangre en las cocinas. Calificó la medida de “sentido común”. Por su parte, los sindicatos han dicho que es un “acierto”.
Economía
Hace unos pocos días, el PSC recibió bastante apoyo social cuando Illa puso en marcha el cierre de la Oficina de la Renta Básica. Se trataba de un ente público que ERC creó en su día para que la CUP apoyara la investidura de Aragonès. Aunque sea un gesto de alcance simbólico, es sintomático del agravio comparativo con ERC en materia económica.
Salvador Illa también ha aprovechado el vacío que había en la relación de confianza entre empresas e instituciones. Algunos de sus nombramientos, como Miquel Sàmper en Economía, han ido por esta línea convergente de entendimiento con el poder económico. Y por su parte, los empresarios han bendecido la presidencia de Illa.
“Cataluña se ha extraviado durante 12 años, y ha llegado el momento de recuperar el liderazgo perdido, la relevancia y el prestigio. Puede hacerlo, porque Cataluña tiene un potencial enorme, y Salvador Illa es la figura necesaria para ello”. Son palabras de la semana pasada del presidente de la Cámara de Comercio de España en el acto BCN Desperta!
Infraestructuras
Salvador Illa considera “esencial” para la economía catalana la ampliación del aeropuerto del Prat. Este es otro ejemplo de cómo ERC (más aún los Comuns) han sido víctimas de su propio discurso. Sobre el aeropuerto, por ejemplo, Aragonès se quedó en tierra de nadie cuando, para evitar la ampliación, propuso aumentar la operativa de las pistas.
La sequía también fue otro ejemplo que mostró las vergüenzas del procesismo en materia de infraestructuras. Y es que, cuando Cataluña se quiso dar cuenta, no tenía desalinizadoras. Uno de los primeros anuncios de la consejera de Territorio, Sílvia Paneque, fue que subirían el canon del agua para financiarlas, algo “absolutamente necesario”, dijo.
La pelota la tiene el PSC
El cambio de rumbo político en Cataluña no es garantía ni mucho menos de que el PSC vaya a arreglar las cosas. Por el contrario, hay problemas que necesitarán el concurso del Estado (la inseguridad, por ejemplo). Otros problemas, como el de la vivienda o el del retroceso del catalán, directamente tienen un futuro muy negro.
Pero si de algo es garantía el nuevo contexto político es de que el PSC le ha robado una parte muy importante del pastel a ERC. Esta es la verdadera causa de que el procesismo, una vez perdida la Generalitat, se haya perdido en un laberinto de guerras partidistas.
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