Salvador Illa deja atrás el buenismo y prioriza la seguridad
El presidente del Govern asegura que la lucha contra la delincuencia será una ‘política fundamental’ de su Ejecutivo
Salvador Illa ha presentado este jueves en el Parlament las que tienen que ser las líneas maestras de su nuevo Govern. El president de la Generalitat ha hecho una declaración de intenciones explicando por dónde irán (o deberían ir) los tiros en la etapa que acaba de estrenar al frente del Ejecutivo catalán.
Apostará por dar “prioridad ambiental, social y económica”, hablando de que su objetivo es que haya “prosperidad” en Cataluña. También ha anunciado una “reforma de las administraciones y servicios públicos” para darles más recursos. Ha asegurado que el acuerdo sobre financiación alcanzado con ERC “se cumplirá”. Y que “se toma muy en serio” la cuestión de la lengua catalana y el retroceso que hay de su uso social.
“Desmontar discursos de odio” (mirando a la bancada de Vox y Aliança Catalana). También la “sequía”, “Rodalies”, los presupuestos de 2025 o “dar importancia y relevancia al buen trabajo que hacen los ayuntamientos” serán otras de las líneas a seguir, según él, del nuevo Govern. Un nuevo Govern que ha querido dejar claro que será “de todos y para todos” y que tiene la intención de alejarse del “ruido”.
Sin embargo, una de las cuestiones que Salvador Illa ha querido enfatizar ha sido la de la seguridad. Es una evidencia que Cataluña vive una degradación imparable respecto a la delincuencia. Multirreincidentes que campan a sus anchas, apuñalamientos diarios, las okupaciones siendo el pan de cada día, aumento de homicidios, violaciones y robos con violencia... Las cuentas pendientes en este sentido son muchas y variadas. Y el nuevo president del Govern no ha querido huir del debate que preocupa cada vez más a todos los catalanes.
Salvador Illa ha querido alejarse del buenismo que ha imperado en Cataluña en los últimos años. Venimos de un Govern, de ERC, que negaba el auge de la delincuencia. Y hablaba de “percepciones” y “bulos de extrema derecha” para maquillar la triste realidad en las calles catalanas. En su discurso, el president ha dejado atrás el negacionismo delincuencial que se había instalado en la clase dirigente en los últimos años. Y lo ha hecho hablando sin complejos, desde su visión, de las políticas de seguridad.
Illa ha reivindicado las políticas de seguridad como algo “progresista y de izquierdas”, que será “fundamental” y “esencial” en su nuevo Govern. “Si no hay seguridad, los equipamientos que queremos hacer no tendrán uso”, ha dicho. Dejando claro, así, que el hecho de que los ciudadanos vivan con miedo es algo real y que debe solucionarse. Un cambio más que significativo respecto al discurso de Pere Aragonès, Joan Ignasi Elena y compañía.
En este sentido, ha querido mostrar todo su apoyo a la nueva consejera del Interior, Núria Parlón, y también a los Mossos d’Esquadra, a quienes ha vuelto a trasladar su “máxima confianza”. De hecho, algunas de las primeras medidas de su Govern van encaminadas a las políticas de seguridad. Desde mejorar la coordinación entre la policía catalana y la Guàrdia Urbana de Barcelona tras una reunión con el alcalde Jaume Collboni, hasta la intención de Parlón de “ser contundentes con las okupaciones”.
De momento, solo son buenas palabras y buenas intenciones. Pero, sin duda, el cambio parece evidente respecto a los anteriores miembros del Govern. Un cambio que, además, no solamente interpela a la consejería del Interior. También a la de Justicia, encabezada por Ramon Espadaler.
Salvador Illa ha anunciado “dotar de recursos” a la justicia para poder frenar el auge de la delincuencia. Y es que, más allá del trabajo policial, el president de la Generalitat parece tener claro que el sistema judicial necesita también herramientas para luchar contra una inseguridad creciente en Cataluña.
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