Sin hacer demasiado ruido: el cambio del PSC con la multirreincidencia
El PSC observa con discreción la realidad social de Cataluña y poco a poco endurece su discurso en materia de seguridad
Ayer era noticia que la policía nacional había procedido a la expulsión de 22 criminales multirreincidentes de origen extranjero y que actuaban en Cataluña. Dado el clamor social que hay contra la multirreincidencia, esta es una noticia positiva para muchos ciudadanos.
Aunque tal vez lo más destacado no fuera la noticia en sí misma, sino quien la anunció y quien la celebró. Ambos eran del PSC.
El encargado de anunciarla fue el Delegado del Gobierno en Cataluña y pieza importante de la maquinaria interna del partido, Carlos Prieto Gómez. Poco después, el alcalde de Mataró, David Bote Paz, también del PSC, celebraba las expulsiones. “Tolerancia cero con aquellos que no respetan las normas de convivencia. La multirreincidencia es y será un objetivo prioritario”, dijo el Delegado del Gobierno. “Este es un trabajo imprescindible”, añadió Bote.
Huelga decir qué tipo críticas habrían recibido otras formaciones políticas si hubieran dicho lo mismo con las mismas palabras.
Los datos de la multirreincidencia
El último Barómetro del Ayuntamiento de Barcelona (PSC) mostró que la inseguridad es la principal preocupación de los barceloneses. Según Mossos y Guardia Urbana, 526 personas acumularon en 2023 6.169 delitos. Esto arroja una media de casi 12 delitos por persona. Aunque el récord fue para un criminal detenido en 36 ocasiones y con 50 antecedentes.
Por una serie de motivos jurídicos que ya explicamos en E-Notícies, la multirreincidencia se sustenta en varios vacíos legales relativos al delito de hurto. Esta criminalidad de baja intensidad, pero constante, se combina con la inmigración irregular para ofrecer otro patrón confirmado por los datos. Mossos y Guardia Urbana explicaron que ocho de cada diez detenidos en la ciudad fueron extranjeros y que el delito más cometido fue precisamente el hurto.
Junto a otros factores como la mala calidad de los servicios públicos, todo lo anterior permite contextualizar otra noticia del día de ayer y también proveniente de fuentes oficiales.
El Centro de Estudios de Opinión (CEO) dijo en su primer informe del año que casi la mitad de la población catalana cree que hay demasiada inmigración. Un 43% de los encuestados con simpatías hacia el PSC piensa lo mismo. Dado el alto nivel de personas que no quisieron contestar a la pregunta, se puede sospechar que el porcentaje real se aproxima al 50%.
Un cambio de opinión progresivo
Todo lo anterior muestra que la realidad existe y que los ciudadanos - los electores - viven en ella. De un tiempo a esta parte, ERC ha presentado algunos problemas para asumir este principio. El PSC, en cambio, parece haber tomado mejor nota. Conocedores profundos de los cambios de opinión, los socialistas - y los socialistas catalanes - saben cuál es la realidad de Cataluña. Y es que, según se mire, algunas declaraciones de pesos pesados del PSC podrían pasar por declaraciones de políticos de derecha.
“Los delincuentes multirreincidentes se ríen en la cara de la policía y de muestras instituciones”, dijo Collboni hace unos meses en un acto en el Colegio de Abogados. Y poco antes de las elecciones autonómicas, Salvador Illa declaró en La Razón que iba a desplegar a 570 mossos más “cada año” y a crear “una unidad para combatir a las mafias y la multirreincidencia”. Todo ello, aclaró semanas después en un debate electoral, para entender la seguridad como una “política de izquierdas”.
Con este mar de fondo, no sería extraño que el PSC haya sido la facción socialista más interesada en que el PSOE votara a favor de una propuesta del PP para luchar contra la multirreincidencia. Según Vox, si el PP - y el Congreso por extensión - había acertado con su propuesta fue porque se la "copiaron" a ellos. A la fuerza, consensos.
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