Imagen de dos agentes de la Guardia Urbana paseando por Barcelona

POLÍTICA

526 personas acumulan más de 6.000 delitos en Barcelona, la mayoría extranjeros

La mayoría de los medios se niega a informar sobre la nacionalidad de los delincuentes, pero el debate ya está en la calle

Los últimos datos oficiales confirman no solo la inseguridad que reina en Barcelona sino también el problema de la multirreincidencia. Según Mossos y Guardia Urbana, 526 personas cometieron 6.169 delitos el año pasado, la mayoría hurtos y robos violentos en la calle. Sin embargo, la policía se ha negado a facilitar la nacionalidad de los multirreincidentes que tienen tomada la ciudad.

Según datos aportados esta semana por la Junta Local de Seguridad de Barcelona, cinco personas acumulan 228 delitos, y el que más suma 36 detenciones y 50 antecedentes policiales. Esto plantea el debate sobre el funcionamiento de los dispositivos de seguridad. Y crea la sensación de impunidad para estos delincuentes.

Mientras la izquierda sigue negando un problema de seguridad en Cataluña, Barcelona se ha convertido ya en la segunda capital más peligrosa de Europa. La negativa de la policía a facilitar la edad y la nacionalidad de los multirreincidentes extiende la sombra de la sospecha y alimenta la especulación. Si no hay nada que ocultar, ¿por qué no facilitan estos datos a la ciudadanía que, por otra parte, es víctima de la inseguridad?

El problema de la multirreincidencia

Los Mossos d’Esquadra disponen del Pla Tremall para combatir contra la multirreincidencia. Según datos del dispositivo, la mayoría de estos delincuentes son hombres jóvenes y de nacionalidad extranjera. De hecho, el plan se ve reforzado con la actuación de la Policía Nacional, que tiene las competencias en extranjería.

Hay que recordar que recientemente en Cataluña se abrió el debate sobre la necesidad de deportar a los inmigrantes multirreincidentes. JxCat llegó a pedir las competencias de inmigración para el Govern de la Generalitat, para afrontar este tipo de reformas. El debate legítimo se ve sesgado por las acusaciones de racismo por parte de la izquierda.

El conseller d’Interior, Joan Ignasi Elena, sí ha reconocido que hay un problema con la multirreincidencia y ha propuesto una reforma del código penal. El útlimo ejemplo del fracaso del sistema actual lo vimos hace unos días. Un magrebí que agredió brutalmente a varias mujeres en el metro fue identificado y dejado en libertad, y solo entró en prisión después de la presión de las redes sociales.

Crece la delincuencia

La cuestión no es menor, porque según los últimos datos del estudio de seguridad pública, casi la mitad de los catalanes han cambiado sus rutinas por miedo a ser víctimas de un delito. La mayoría de ellos, mujeres. Además, según la Junta de Seguridad Local, el 30% de las víctimas de robos en Barcelona resultan heridas.

Montaje con un plano medio de Joan Ignasi Elena sujetando un móvil y llevándoselo a la oreja con una imagen al lado de un coche de los Mossos en blanco y negro

Dos de cada diez atracos se hacen con armas, normalmente cuchillos, y la mayoría son para robar el móvil, bolsos y relojes. Un dato relevante es que pese a los esfuerzos del nuevo alcalde para reforzar la seguridad, la delincuencia no para de crecer. En 2023 hubo un 23% más de detenciones, y un 11% más de personas imputadas.

El retrato de la realidad que se desprende de los datos oficiales contrasta con la imagen que vende el Govern y sus medios afines. La mayoría de los medios se niegan a informar de la nacionalidad de los delincuentes, y cuando lo hacen lo suelen atribuir a problemas de seguridad mental. Pero en la calle ya hay un clamor para señalar el problema y actuar para solucionarlo.