Nervios en la cúpula de ERC en su guerra contra Oriol Junqueras

La guerra interna en ERC va subiendo de tono. Parecía difícil que aumentara la tensión entre el sector liderado por Oriol Junqueras y el liderado por Marta Rovira. Pero no. Y lo peor de todo (para ellos) es que no tiene pinta de que el ambiente vaya a calmarse hasta el congreso extraordinario del próximo 30 de noviembre en la que se elegirá la nueva dirección del partido.

Primero vino el comunicado del sector rovirista contra Junqueras. Después estalló la polémica de la campaña de desprestigio contra Ernest Maragall ideada desde dentro de la formación. Y el último capítulo fue la incendiaria rueda de prensa en la que Sergi Sabrià anunció su dimisión y cargó con dureza contra Junqueras.

Las palabras de Sergi Sabrià evidencian varias cosas. Una, que el sector de Marta Rovira cree que fue Oriol Junqueras el que está detrás de la información que se destapó sobre la campaña contra Ernest Maragall y que ha salpicado a varios pesos pesados del rovirismo, como es el caso de Sabrià. Si no, no se entiende que una rueda de prensa que tenía que servir para apagar (parte) del fuego interno acabase convirtiéndose en un incendio más grande dentro de la formación.

Sabrià acusó, indirectamente, a Oriol Junqueras de egoísta, de mentiroso y de no pensar en el partido. Además, lo hizo con el apoyo de una numerosa representación de la cúpula del partido en la sala, entre ellos, el mismo Ernest Maragall. También estaban Laura Vilagrà o Marta Vilalta, que igual que Sabrià, son muy cercanos a Marta Rovira. Pere Aragonès, otro rovirista, no tardó en apoyar en redes sociales a su ya exviceconsejero de Estrategia y Comunicación del Govern en funciones.

Queda claro que el sector de Marta Rovira hizo piña alrededor de un Sergi Sabrià que atacó a Oriol Junqueras. La guerra entre los dos sectores es más pública que nunca y ya son pocos los que intentan disimular de qué lado están.

Otra de las evidencias que nos deja la rueda de prensa de Sergi Sabrià son los nervios precisamente del sector rovirista en la batalla interna para apoderarse del partido a partir del próximo noviembre. El hecho de replegarse alrededor de una figura polémica como Sabrià mientras disparaba con bala contra Junqueras deja claro que el rovirismo ya va con todo contra el expresidente de la formación.

Y es que, mientras la polémica de los carteles contra Ernest Maragall está hundiendo (todavía más) el partido, Oriol Junqueras sigue con su campaña para ser reelegido presidente en noviembre. El que fuera vicepresidente de la Generalitat cree que podrá convencer a las bases para que le voten en el próximo congreso. Ya lleva varias reuniones informativas en diferentes núcleos, reuniendo a centenares de personas. Y, a falta de una alternativa impulsada por el rovirismo, cada vez parece más claro que Junqueras avanza con paso firme para ganar la batalla interna. Por todo esto, Rovira y compañía han decidido pasar definitivamente al ataque (aunque el manifiesto contra Junqueras ya fue un ataque descarado) para frenar el auge interno del expresidente, tachándolo de mentiroso y egoísta. Veremos qué nos depara este culebrón que aún tiene ofrecernos muchos capítulos.