Los Comuns: la cuota cínica de la política catalana

De un tiempo a esta parte, los Comuns presentan un discurso difícil de tragar para los ciudadanos. Y por su parte, los Comuns parecen hacer méritos para que esto sea así. Sus bandazos en varios temas prioritarios se acumulan, despertando así la indignación de muchos.

Es más, desde el golpe electoral en las autonómicas, los Comuns parecen ser un partido de creación reciente. Uno podría pensar que no han estado ocho años en el Ayuntamiento de Barcelona o que no forman parte del Gobierno central. Y lo cierto es que esta postura de los Comuns provoca un consenso (en contra) bastante amplio.

Desde Podemos hasta la oposición de derechas, a casi todos les cuesta entender el relato de los Comuns. Sobre todo, le cuesta entenderlo a la ciudadanía. Esto explica que la encuesta de ayer de GESOP dijera que los Comuns volverían a retroceder si hubiera elecciones en Barcelona.

Porque al margen de las críticas, lo que parece innegable es que esta estrategia no funciona a nivel operativo. Y es que cabe tener presente que en las últimas autonómicas los Comuns obtuvieron el peor resultado de su historia. Superaron incluso el peor resultado que en su día había firmado ICV.

Dos vueltas para acabar en el mismo sitio

Todo empezó con el Hard Rock. Como muchos recordarán, el proyecto del casino era una línea roja para los Comuns. Hasta el punto de que tumbaron los presupuestos de ERC-PSC por la inclusión del Hard Rock.

La sorpresa vino cuando, después de las elecciones, los Comuns se pusieron al servicio del PSC. En realidad, se pusieron al servicio del PSC en la misma noche electoral, cuando Albiach dijo que “la gente progresista espera que nos sentemos”. Y se sentaron, siendo el primer resultado que el Hard Rock había dejado de ser una línea roja.

Entre los muchos que criticaron este cambio de postura, estaba Pablo Iglesias. El exvicepresidente del Gobierno mostró su desconcierto ante la postura de los Comuns. Eran aquellos días en los que a Jaume Asens le tocó la ingrata tarea de explicar el cambio de opinión de su partido:

Sin embargo, los Comuns se enorgullecen ahora de haber obligado a Salvador Illa a renunciar al Hard Rock. Según el documento que firmaron con el PSC, el Ejecutivo “no facilitará” el proyecto y eliminará la reducción fiscal al juego del año 2014. La firma de este acuerdo con Illa le ha costado a Albiach dejarse dos diputados por el camino.

Con la ampliación del aeropuerto del Prat ocurre otro tanto. Al forzar la repetición electoral, los Comuns han quedado debilitados frente a un PSC que siempre ha estado a favor de la ampliación. Es más, Salvador Illa se ha mostrado tajante sobre este punto y dijo que es “esencial para Cataluña y la economía catalana”.

La Copa América: nos "engañaron"

El Hard Rock y el aeropuerto son los dos temas que mejor ilustran la difícil posición de los Comuns. Pero hay otros debates que también dejan en mal lugar a los Comuns y que, además, también tienen mucho impacto mediático. El ejemplo más reciente es de ayer mismo: la Copa América

En una entrevista en la SER, la líder de BComú, Janet Sanz, calificó a la Copa América de “estafa” y dijo que no se tenía que “repetir” el evento en Barcelona. Pero dos años antes, Colau sacaba pecho de haber traído esta competición a Barcelona por su “gran impacto económico”:

Según Sanz, este cambio de postura se explica porque fueron “engañados” y se falsearon los “datos” del evento. Pero estas explicaciones no parecen haber convencido a casi nadie. Desde casi todas las orientaciones políticas, acusan ahora a los Comuns de que la “estafa” son ellos:

Cruceros, vivienda, turismo, desfiles, ...

Para mayor frustración de la ciudadanía, los ejemplos de impericia política de los Comuns son mucho más. Ahí están, por ejemplo, las críticas al desfile de Louis Vuitton (incluido en la Copa América), la denuncia sobre el mal funcionamiento de los trenes o la masificación turística de Barcelona.

Sobre el turismo, también cabe recordar que los Comuns estaban en el Ayuntamiento cuando se autorizó una nueva terminal para cruceros. Esto provocó un rifirrafe en redes entre Janet Sanz y la teniente de alcalde Laia Bonet (PSC). Bonet acusó a Sanz de “mentir o no recordar lo que firmó”:

Finalmente, la vivienda es otro de los ámbitos en los que los Comuns han alimentado la frustración ciudadana. En estos momentos, Barcelona presenta el alquiler más caro de España, tanto en viviendas convencionales como en habitaciones.

Nuevamente, parecen haber esperado a que Illa llegara al Govern para gritar a los cuatro vientos que han conseguido que se construyan 50.000 nuevos pisos de vivienda social.

Por su parte - lo explicó incluso el diario El País -, Colau solo consiguió que se hicieran ocho pisos públicos en cinco años. Como en tantos otros temas, los Comuns dijeron que la medida había empezado a funcionar hace un año. Coincidió que ellos ya no estaban en el poder.