Elisenda Alamany, ex de Comuns y cercana a la CUP que quiere ser la número 2 de ERC
Círculos cercanos a la formación de Ada Colau llaman 'Lady Trepa' a su excompañera de partido
Elisenda Alamany será la secretaria general de ERC si Oriol Junqueras gana las elecciones internas que los republicanos celebrarán el próximo 30 de noviembre. La actual jefa de filas de Esquerra en Barcelona culminaría así todo un proceso que la ha llevado a impulsar varios partidos, formar parte de los Comuns, ser cercana a la CUP y, finalmente, convertirse en la número 2 de ERC.
Gente cercana a los Comuns no dudan en llamarla 'Lady Trepa'. Ya saben, por aquello de su habilidad para escalar dentro de los organigramas de distintas formaciones políticas, cambiando incluso de carné si es necesario.
De hecho, Elisenda Alamany forma parte de la extensa lista de políticos que hicieron el paso al procesismo para asegurarse cuotas de poder. Y, sobre todo, un buen sueldo. Joan Ignasi Elena (del PSC a ERC), Albano Dante Fachín (de Podemos a altavoz mediático de Junts), Gemma Ubasart (de Podemos al Govern de Pere Aragonès) son algunos de los otros ilustres cambiantes de chaqueta con un currículum similar.
Del municipalismo a los Comuns, pasando por la CUP
Elisenda Alamany, filóloga y profesora de secundaria de profesión, inició su carrera política hace ya 17 años. En 2007 impulsó la candidatura municipalista Altraveu per Castellar y salió elegida concejal. Este proyecto lo fundó junto a Gemma Ubasart, otra ‘expodemita’ que decidió abrazar el procesismo a cambio de un generoso sueldo. En este caso como consejera de Justicia de la Generalitat presidida por Pere Aragonès.
Una vez siendo concejal, empezó a acercarse a lo que, más tarde, acabaría siendo el ecosistema de Podemos y los Comuns en Cataluña. Fue cuando conoció a Xavier Domènech, Ada Colau y compañía. Sin embargo, antes de dar el salto oficialmente a este espacio político, su Altraveu per Castellar formó parte de una coalición electoral para las municipales que sumaba sus votos para la CUP.
Entonces llegó el 2015. El 15-M ya había mutado en Podemos y Elisenda Alamany consideró que todo aquello era el mejor árbol al que arrimarse. Altraveu dejó la marca blanca de la CUP para unirse con Esquerra Unida, Podemos y Procés Constituent, creando así Decidim Castellar. Fue el artefacto político que le permitió, al fin, dar el salto a la política catalana. En 2017, número dos por Barcelona en Catalunya En Comú - Podem, elegida diputada en el Parlament y premio gordo: portavoz de su grupo parlamentario.
Como diputada de los Comuns cobraba un sueldo de casi 80.000 euros anuales. Pero se peleó con la dirección por discrepancias ideológicas. O eso dijeron. Y es que sectores de ese espacio político aseguran que, en realidad, salió del proyecto por la imposibilidad de escalar más dentro de la estructura de la formación.
Creó su propio partido para integrarse en ERC
Una vez decidió irse de los Comuns, creó su propio partido: Nova. Esta formación pasó sin pena ni gloria, aunque consiguió un valioso objetivo. Que le sirviera de plataforma para colocarse lo más alto posible en la política catalana. Y lo hizo integrándose en ERC.
Fue cuando el partido de Junqueras seguía la máxima aquella de “ampliar la base”. Y Alamany, con su partido sin militantes ni estructura, se colocó como número 2 de ERC en Barcelona de cara a las municipales de 2019. Pero los republicanos, a pesar de ganar los comicios en la capital catalana, se quedaron sin Ayuntamiento por un pacto de Colau con el PSC y el partido de Manuel Valls. Alamany se quedaba sin opciones de ser teniente de alcalde. Lo mismo le pasó en las elecciones de 2023, teniéndose que conformar con un sueldo de concejala rasa de casi 90.000 euros anuales.
El afán de Elisenda Alamany por tocar poder se hizo evidente hace unos meses cuando, ya con Ernest Maragall fuera de la política y ella cogiendo las riendas de la formación en Barcelona, llegó a un pacto con el PSC para formar parte del gobierno de Jaume Collboni. Otra vez, pero, aparecían obstáculos en su objetivo. La cúpula de ERC, en plenas negociaciones para la investidura de Illa, frenó el acuerdo. Se suspendió la asamblea de los republicanos que tenía que validar el pacto y Alamany se vio obligada a esperar.
Ahora, ficha por la candidatura de Oriol Junqueras para ser la secretaria general del partido. Eso, claro, si el exvicepresidente del Govern gana el congreso que celebrarán los republicanos el próximo 30 de noviembre. Algo que previsiblemente sucederá. Y Alamany no solamente se colocará como número dos de la formación, sino que también se acercará el escenario al que tanto aspira: entrar a formar parte del gobierno de Barcelona. Y es que Oriol Junqueras siempre ha visto con buenos ojos ese pacto en la capital catalana. Y todo hace indicar que, si se hace con la presidencia de ERC, el siguiente paso será el anuncio de la entrada de los republicanos al ejecutivo de Collboni.
Más noticias: