Primer plano de Sílvia Orriols sonriendo y mirando a cámara en la plaza del ayuntamiento de Ripoll
POLÍTICA

365 días del 'fenómeno Sílvia Orriols' en la política catalana

Así ha sido el auge de la líder de Aliança en tan solo un año: de estar 'sola' en Ripoll a irrumpir en el Parlament

El 27 de mayo del 2023, Sílvia Orriols era la única concejal de Aliança Catalana en Ripoll. Solamente con su presencia, el pleno municipal decidió hacerle un cordón sanitario para apartarla de la actividad política a lo largo del mandato. Pero vinieron las elecciones municipales que se celebraron un día cómo hoy de hace un año. Y no solo cambió la política en la capital del Ripollès. Lo hizo también en toda la política catalana.

El 28-M de 2024, Aliança Catalana obtuvo 6 concejales. Fue la fuerza más votada de la localidad con más del 30% de los votos y solo un Frankenstein entre el resto de fuerzas políticas municipales (Junts, PSC, ERC, CUP y un partido municipalista) podían evitar que Sílvia Orriols fuese proclamada nueva alcaldesa de Ripoll. Ese día comenzó el llamado ‘fenómeno Sílvia Orriols’. 

Las formaciones políticas perdedoras de las elecciones municipales en Ripoll no se pusieron de acuerdo (lo hicieron todas menos Junts, que como segunda fuerza más votada pidió liderar el gobierno anti-Orriols que se estaba fraguando). Y, así, la líder de Aliança Catalana fue proclamada alcaldesa del municipio.

Entonces, empezó la campaña del establishment político catalán contra ella. Su discurso independentista pero contrario a ERC, Junts y la CUP y en contra del islamismo puso contra las cuerdas a un cártel procesista, que puso toda la carne en el asador para intentar silenciarla, atacarla y menospreciarla. Sílvia Orriols incluso tuvo que lidiar con una agresión por parte del primo de uno de los terroristas de los atentados del 17 de agost de 2017 en Barcelona y Cambils.

Sílvia Orriols sentada con las manos cruzadas encima de la mesa mientras habla

Desde la eterna amenaza de una moción de censura hasta noticias y reportajes en su contra en los principales medios dopados con subvenciones públicas, pasando por vetos e incluso multas astronómicas por parte de la Generalitat para intentar coartar su libertad de expresión. Lo intentaron todo para erosionar su figura. Pero, pasados los meses, Sílvia Orriols no solamente sigue gobernando en Ripoll. Ahora también es diputada en el Parlament de Catalunya.

La campaña del establishment catalán contra Sílvia Orriols generó el efecto contrario y su popularidad subió como la espuma. Muy fuerte en las redes sociales, el mensaje de la líder de Aliança Catalana contra el islamismo, el procesismo y en defensa de la seguridad y los valores occidentales empezó a calar entre la población.

Las elecciones del pasado 12 de mayo fue su gran prueba de fuego. Pese a los intentos de silenciarla y atacarla, Aliança Catalana obtuvo casi 120.000 votos y apunto estuvo de superar a una CUP que, teniendo representación parlamentaria, pudo gozar de mucha más presencia en medios de comunicación, debates y espacios publicitarios electorales. De hecho, estuvo a punto de conseguir cuatro escaños más en el Parlament. Finalmente, ella y Ramon Abad, candidato por Lérida, consiguieron su plaza en la cámara catalana.

Y, más allá del apoyo conseguido en toda Cataluña, las elecciones catalanas también mandaron otro mensaje. En Ripoll, Sílvia Orriols consiguió más votos que los que obtuvo en las municipales del año pasado. Un resultado que sirve también de aviso para su oposición en el consistorio.

Se cumple, pues, un año del inicio del ‘fenómeno Sílvia Orriols’. De ser prácticamente desconocida a convertirse en una de las sensaciones de la política catalana. Y, con (casi) todo en contra. Ahora, tanto ella como Aliança Catalana afrontan un futuro que marcará su trayectoria política. Su irrupción en el Parlament menos independentista de los últimos años será otra gran prueba de fuego para uno de los fenómenos políticos más destacados del post-procés en Cataluña.

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