La negociación presupuestaria reabre el debate de los impuestos en Cataluña
El Govern del presidente Illa ya avisó de que no tiene la intención de hacer rebajas fiscales
Después de los 100 días de rigor, la legislatura en Cataluña ha echado a andar con los presupuestos. Como era de esperar, Illa no tendrá las cuentas públicas para el uno de enero. Los procesos internos de ERC y Comuns, que intentan taponar su decadencia, no permitían resolver una operación política de este calado en tiempo y forma.
En cualquier caso, los presupuestos llegarán en algún momento y esta pausa ha servido para abrir otro espacio de debate político. Su principal efecto ha sido confirmar el enroque de los grupos parlamentarios, que son tan diversos que incluso impiden la creación de bloques firmes. En cualquier caso, el debate de presupuestos es la ocasión perfecta para agitar la fiscalidad, que es el cruce entre la economía y el partidismo.
Y a pesar de la polarización, el asunto de la fiscalidad sí permite recuperar la existencia del bloque de la derecha y el bloque de la izquierda. Con sus diferencias y sus respectivas servidumbres a los relatos, la izquierda y la derecha plantean el escenario típico en materia fiscal. La derecha pide rebajar impuestos y la izquierda aumentarlos o mantenerlos.
En Junts, por ejemplo, y desde la campaña electoral, se pusieron el traje de liberales y empezaron a pedir rebajas en algunos impuestos como sucesiones o donaciones (que ellos subieron). Por su parte, Alejandro Fernández insiste en que el Govern Illa ha heredado la política fiscal “recaudatoria” de Aragonès. En líneas similares, aunque con razones diferentes, se mueven AC y Vox, que vinculan las rebajas impositivas a un adelgazamiento administrativo y a un replanteamiento del destino de los gastos.
Más allá de la cuestión parlamentaria, que el grueso de la ciudadanía no sigue lo más mínimo, lo que sí es una realidad es la presión fiscal. Y si en algo destacada Cataluña es por una mayor presión fiscal si se compara con el resto de España. De hecho, Cataluña es la comunidad autónoma con más impuestos propios. Y Salvador Illa ya avisó (incluso en campaña) de que no estaba entre sus planes bajar impuestos.
¿Qué impuestos se pagan en Cataluña?
Se suele decir que Cataluña tiene 15 impuestos propios, pero esto no es del todo exacto porque la cifra ha ido variando. Lo que sí es cierto es que Cataluña tuvo 15 impuestos propios entre 2021 y 2022. De hecho fue Puigdemont el que pasó de 12 a 15 (bebidas azucaradas, emisiones de CO2 y activos no productivos).
A partir de aquí, hubo diferentes cambios legislativos de carácter estatal que, al final, han dejado a Cataluña con 11 impuestos propios. Aun así, con sus 11 tributos, Cataluña sigue siendo la región que más tiene. Así mismo, también es cierto que las patronales coinciden - además de en la tediosa burocracia catalana - en calificar a Cataluña de “infierno fiscal”.
Esto explica que Cataluña tenga la peor competitividad fiscal de España, que se agravó a raíz de la pandemia. El covid supuso el fin de las bonificaciones sobre sucesiones y la introducción de los coeficientes multiplicadores en función del patrimonio. De la misma manera, el Govern del expresidente Aragonès también practicó algunas subidas impositivas.
El contraste fiscal con la capital
Esto contrasta con la situación de la Comunidad de Madrid, que plantea una dura competencia fiscal, algo que está en el punto de mira de los socialistas. En este sentido, hay que destacar que incluso Salvador Illa, que insiste en la normalización institucional, ha cargado contra Isabel Díaz Ayuso. Se trata, pues, de dos modelos económicos, e incluso sociales, totalmente opuestos.
Por un lado, el PSC plantea reforzar y financiar los servicios públicos a través de la presión fiscal y el “dinamismo económico”, como dijo el presidente Illa el pasado viernes en Moncloa. En el otro lado, Madrid continúa su senda de rebajas fiscales, que han apuntalado el liderazgo político de la presidenta Ayuso. Recordemos la famosa frase de Ayuso (pronunciada en Barcelona) sobre las críticas catalanas a la competencia fiscal: “háganlo aquí”.
Este debate es esencial. La razón para ello es que el nuevo equilibrio de solidaridad interterritorial, derivado del sistema de financiación singular para Cataluña, presupone una cierta homogeneidad fiscal. De hecho, Pedro Sánchez ya dijo que solo sería posible con “corresponsabilidad fiscal” entre comunidades. O sea, evitando la competencia fiscal entre regiones. Díaz Ayuso, la gran pieza a batir del PSOE y del PSC por remisión.
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