El PSC se ofrece como salvavidas del PSOE, pero marca una línea roja

Después de su viaje a Bruselas para volver a poner Cataluña en el mapa europeo, el Presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se ha reunido esta mañana con Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa. A diferencia de los últimos presidentes catalanes, en esta ocasión la reunión bilateral se ha desarrollado con cordialidad. Eso sí, la reunión llega en un momento boyante para Illa y especialmente delicado para Sánchez, algo que el presidente catalán ha aprovechado para marcar perfil.

Siempre se ha dicho que el PSC es una simple sucursal del PSOE, y los independentistas le reprochan a Illa que defiende los intereses de España y no de Cataluña. Además, el PSC se ha convertido en el principal apoyo de un Sánchez discutido por el resto de barones, y esto refuerza la imagen de Illa como simple muleta del presidente del Gobierno.

Aprovechando el contexto favorable en Cataluña, comparado con el polvorín madrileño, el PSC ha querido aprovechar esta reunión para marcar perfil propio ante el PSOE. El presidente de la Generalitat le ha dejado claro a Pedro Sánchez que la financiación singular no está a debate en el congreso federal del PSOE la semana que viene. A cambio, Illa cerrará filas en torno a Pedro Sánchez estrechando una alianza, la del PSC y con el PSOE, más necesaria que nunca para capear el temporal instalado sobre la Moncloa.

La financiación singular para Cataluña 'no es debatible'

Por si había alguna duda, la número dos de Salvador Illa, Maria Lluïsa Moret, ha marcado la línea roja esta mañana en TV3: “En el documento del PSOE no se aborda la financiación singular para Cataluña, lo que debemos poner sobre la mesa es nuestro modelo”. La dirigente socialista catalana ha dicho que “ya está acordado” y que por lo tanto “no es cuestionable ni debatible”.

Así mismo, Salvador Illa ha trasladado al presidente del Gobierno la necesidad de impulsar la financiación singular con dos objetivos: para consolidar la alianza con ERC en Cataluña, clave a su vez para garantizar la estabilidad del Gobierno central, pero también como primer paso para una reforma integral de la financiación autonómica. Tanto Illa como Moret han mostrado el apoyo sin fisuras del PSC al PSOE, valorando la aprobación del pacto fiscal como un punto de inflexión para estabilizar la legislatura.

Tanto Illa como Sánchez son conscientes de que en el congreso federal aflorará la oposición de los barones hacia la financiación singular para Cataluña. Pero estos representan al sector del PSOE partidario de romper con los independentistas y fraguar una gran coalición con el PP. En este sentido, el PSC es el único salvavidas de Pedro Sánchez en su batalla interna, y Salvador Illa aprovecha para agrandarse.

Illa , Sánchez y la normalización en Cataluña

Además de la financiación singular y de marcar perfil, Salvador Illa ha trasladado a Pedro Sánchez la necesidad de avanzar en la normalización institucional de Cataluña. El President de la Generalitat sigue priorizando en esta primera etapa de su mandato la superación del Procés. Esta semana ha puesto la primera piedra para recuperar la normalidad en Bruselas, y hoy plantea lo mismo con el Gobierno central.

Salvador Illa y Pedro Sánchez se han comprometido a reactivar las comisiones bilaterales entre la Generalitat y el Estado, para tratar asuntos económicos y fiscales. La última de estas reuniones sirvió para debloquear más de mil millones para el traspaso de Rodalies, y la próxima, en los primeros meses de 2025, servirá para concretar la financiación singular. Ambos presidentes han mostrado plena afinidad en este campo.

Ya antes de la reunión, Salvador Illa dijo que "el modelo de financiación ya está acordado y es público", y que "no tiene que discutirse" sino "velar para que se ejecute en tiempo y forma". El PSC es consciente de su papel clave para la salvación del proyecto político de Pedro Sánchez, pero también de su necesidad de preservar sus propios intereses políticos. Y esto pasa ahora por blindar los acuerdos de legislatura con ERC y fortalecer la legislatura.

Al final, una misma idea se ha instalado tanto en Moncloa como en Palau: el Gobierno de Salvador Illa sobrevivirá aunque caiga Pedro Sánchez, pero el Gobierno de Pedro Sánchez no podrá sobrevivir sin Illa.