Dos hombres en traje conversan en un entorno formal con personas al fondo.
POLÍTICA

Junts enfría los presupuestos de Salvador Illa y le obliga a escoger

El partido de Carles Puigdemont marca distancias antes de la primera reunión con el Govern, este viernes

Salvo descalabro de última hora, el PSC tendrá presupuestos gracias al apoyo de sus dos socios preferenciales, ERC y Comuns. Pero los socialistas no renuncian a sumar más apoyos a las cuentas para evitar sustos inesperados (y si no que se lo digan a Pere Aragonès), y también para ampliar la estabilidad parlamentaria del Govern. Este viernes tendrá lugar una reunión clave, la de Junts y el Govern para empezar a negociar los presupuestos de la Generalitat para 2025.

Así lo ha anunciado el portavoz de Junts, Josep Rius, que ha avanzado que la delegación de Junts estará encabezada por su vicepresidente Antoni Castellà. Este ha hablado precisamente hoy sobre los presupuestos. En una entrevista en Aquí Catalunya de la Cadena SER, ha utilizado un tono muy duro hacia el PSC que enfría cualquier optimismo sobre un posible entendimiento entre socialistas y postconvergentes.

Hombre con barba y gafas azules, vestido con traje oscuro, al aire libre con fondo de árboles.

El propio Josep Rius ha confirmado que ahora mismo las posiciones están muy alejadas, sobre todo por las diferencias en cuanto a la presión fiscal. Junts quiere una bajada de impuestos, pero constata que en los acuerdos de gobierno con ERC y Comuns el PSC cerró la puerta a cualquier rebaja fiscal. La primera reunión este viernes será de tanteo. Pero el PSC acudirá con una propuesta de cambios quirúrgicos en algunos impuestos que en ningún caso supongan una rebaja fiscal. Y Junts se presentará con predisposición a escuchar pero con pocas esperanza de alcanzar un acuerdo.

Junts obliga a Salvador Illa a escoger

En la entrevista de hoy, Antoni Castellà ha confirmado que no ha habido contactos previos y ha reconocido que “no hemos empezado bien”. Ha acusado a Salvador Illa de “incumplir flagrantemente” su promesa de que el 1 de enero habría presupuestos, y ha considerado “irresponsable” que el Govern aún no haya entrado las cuentas para ser debatidas.

En cuanto al fondo, Castellà se ha mostrado “sorprendido” por la “renuncia” de Salvador Illa de 2.000 millones menos de presupuesto. Ha recordado que Junts está negociando con el Gobierno central un techo de gasto más generoso para Cataluña. “Algo inédito”, ha dicho, “porque desde la oposición le estamos negociando al gobierno que tenga más dinero para gestionar y no hay respuesta”. 

Sobre los presupuestos en cuestión, ha dicho que "Salvador Illa tiene que decidir qué modelo quiere, si el del tripartito o uno que está vinculado a la centralidad". Si pacta con ERC y Comuns, que es lo más probable, Castellà considera que el PSC "dejará de ser centralidad para pasar a ser una izquierda moderada o extrema".

Por lo tanto, Junts deja claro que "las dos cosas no pueden ser" y que tiene que escoger entre ERC-Comuns y Junts. En la línea de lo que dice hoy también Josep Rius, Castellà subraya que "el acuerdo de investidura dice que ni un punto de rebaja fiscal en Cataluña", y esto en un contexto de aumento inflacionario. "Lo único que estamos planteando es si podemos compensarlo con una rebaja fiscal, y esto no es de izquierdas ni de derechas porque lo están haciendo los verdes en Alemania", ha defendido.

El dilema de Junts con Illa

Este viernes empezarán los contactos entre PSC y Junts para los presupuestos, aunque es evidente que están condenados al fracaso. En todo caso, Junts tiene un dilema con el Govern de Salvador Illa, y cada vez se está evidenciando más. Este dilema consiste en mostrar una actitud intransigente que llevaría a Junts al aislamiento, o intentar ser influyentes para ganar protagonismo frente a ERC en la política catalana.

Las dos estrategias tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Ejercer una oposición dura está bien pero tiene sus límites, porque Junts tiene 35 diputados de 135 y no hay un bloque independentista en la oposición suficientmente fuerte para presentar una alternativa a la centralidad que propone Illa. Basta mencionar que el segundo partido de la oposición es el PP y el tercero Vox. Intentar influir en el gobierno, por ejemplo con los presupuestos, permite a Junts salir del aislamiento aunque por otro lado apuntala al gobierno de Salvador Illa legitimando su teoría de la nueva centralidad y la pacificación de Cataluña.

Con los presupuestos parece que está todo el pescado vendido y Junts no apoyará las cuentas de Salvador Illa y señalará su continuidad con el anterior gobierno de ERC. Una estrategia parecida a la del PP, que con ciertos matices también señala al gobierno del PSC como heredero de la "política fiscal confiscatoria" del anterior ejecutivo de Pere Aragonès.

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