Los datos que confirman el fracaso de Ada Colau en sus políticas en Barcelona

Aunque fueran a nivel autonómico, las últimas elecciones en Cataluña trajeron tantas novedades que algunas de ellas han pasado por alto.

La mayoría independentista se ha perdido por primera vez en la historia, ERC ha tomado un camino incierto, el PP ha dejado de ser un partido residual o ha irrumpido Aliança Catalana. Estas son algunas de las novedades más destacadas.

Ahora bien, se trata de novedades muy inmediatas y que saltan a la vista. Lo interesante es que también se han producido cambios de calado. Además del sólido abstencionismo indepe, uno de estos cambios es la fuerte caída de la izquierda ‘woke’ en casi todos sus niveles de gradación.

ERC cayó de manera abrumadora, los Comuns firmaron el peor resultado de su historia y la CUP es un partido de consumo interno. Ante esto, los republicanos deciden ahora su futuro mientras vuelan los cuchillos y la CUP ejerce su procesismo de baja intensidad. El caso de los Comuns, en cambio, es diferente y también el más llamativo, incluyendo BComú.

Un discurso difícil de mantener para los Comuns

Los Comuns de Barcelona se han hundido y se retiran al rincón de pensar hasta el 2027. Esta semana dábamos la noticia de que Barcelona En Comú prefiere estar en la oposición a Collboni para redefinir su estrategia. Mientras tanto, Ada Colau maniobrará para mantenerse también en la oposición y recuperar la alcaldía.

Por el momento, esta nueva estrategia consisten en volver a un discurso muy reivindicativo. Es una estrategia muy común entre los partidos que acaban de nacer, pero no entre partidos que han estado años en el poder o que incluso, como es el caso de Sumar, forman parte del Gobierno central.

Esto explica que las últimas publicaciones de los Comuns hayan cosechado desprecio tras desprecio. Ya sea porque ahora critican el precio de la vivienda en Barcelona, la masificación turística, la Copa América o el desfile de Louis Vuitton, casi todos los usuarios - ciudadanos que votan - se indignan por el mismo motivo. “Habéis gobernado Barcelona durante ocho años”, dicen.

La vivienda, un preocupante fracaso

Como siempre, las causas son muchas, variadas y no todas son responsabilidad ni mucho menos de Ada Colau o de BComú. Pero, en política, más que en ninguna otra actividad, lo que acaba pesando son los resultados. La política, en fin, es una actividad ejecutiva y los datos no dejan en muy buen lugar la ejecución de Ada Colau.

De entrada, el mercado inmobiliario se ha mostrado indiferente a las promesas que en su día hiciera la exalcaldesa Colau. El alza de los precios inmobiliarios es un fenómeno de mucha mayor envergadura que la política municipal y, por norma general, las intervenciones regulatorias (prometer vivienda social o el control de precios) suelen agravar el problema. En este sentido, Colau no es una excepción.

Durante los ocho años que estuvo Ada Colau en el poder (2015-2023), el precio medio de la vivienda aumentó en 400 euros. Así lo denunciaba un usuario en redes sociales muy próximo a la CUP, con lo que es fuego amigo:

Por otra parte, el redactado deficiente de su Plan Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) ha obligado al ayuntamiento del PSC a conceder casi 900 plazas turísticas más. Se trata de las licencias que el gobierno de Colau detuvo y que la justicia ha obligado ahora a otorgar.

También en materia inmobiliaria, incluso El País ha explicado que las promesas de vivienda pública no han funcionado. Y es que uno de los reclamos electorales de Colau fue obligar a los promotores a destinar un 30% a vivienda pública ¿Los resultados? Ocho pisos. En cinco años, en total se han hecho ocho pisos de vivienda pública en Barcelona.

En otro asunto como el número de personas viviendo en la calle, la exalcaldesa Colau tampoco se puede apuntar un éxito. Según los datos de la fundación Arrels, entre 2015 y 2023 aumentaron en varios cientos el número de personas viviendo en la calle:

Con estos y otros antecedentes de Gobierno municipal, la exalcaldesa y BComú tendrá difícil recuperar el relato. Por lo menos el relato crítico para evitar que les reprochen lo que ahora mismo les reprochan: tuvisteis vuestra oportunidad.