El legado de Ada Colau: 900 pisos turístico más
El Ayuntamiento admite que la anulación del plan urbanístico de la exalcaldesa Colau les ha obligado a conceder cientos de licencias turísticas
Ada Colau se hizo fuerte en la lucha contra los pisos turísticos y las concesiones para construir hoteles. Esto lo hizo mediante leyes y concretamente mediante un plan urbanístico. Ahora se sabe que la anulación de este plan por sus deficiencias en la redacción ha conducido a que haya más pisos turísticos.
El error de Colau que se deja notar ahora
‘Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos’, este es el nombre del protagonista. Un plan que, como todos los planes, puede tener efectos negativos (o positivos) al margen de las intenciones del que lo redactó. Y esto es lo que le ha pasado a la exalcaldesa Colau.
El que iba a ser su mascarón de proa se ha revelado como todo lo contrario. En 2019, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló el plan por, entre otras cosas, carecer de informe económico. Algo que ha conducido a que el Ayuntamiento haya tenido que autorizar las peticiones de alquileres turísticos.
Los datos a los que ha tenido acceso La Vanguardia son estos: 617 licencias autorizadas y otras 217 en espera. De esta manera, Colau ha aumentado en un 10% las licencias. Se espera que Barcelona alcance así los 10.000 pisos turísticos
El Ayuntamiento desbordado por el goteo de sentencias
Como es natural, los propietarios de viviendas se suman a la burbuja inmobiliaria mientras esta dure. Así, las sentencias a favor de las licencias no dejan de llegar al Ayuntamiento. En respuesta al grupo municipal de Junts, los servicios jurídicos hablan de ‘dictado masivo de sentencias’ que anulan todas las concesiones denegadas.
Los propietarios alegaron que si el plan urbanístico no era legal, entonces tampoco era vigente. Algo que el Ayuntamiento desestimó y que, después, la justicia le obligó a rectificar. Rectificación que ha consistido en casi 900 licencias más.
La oposición viene a decir que este es un ejemplo de que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno. Por su parte, el Ayuntamiento habla de que trabajará para ‘regular y restringir esta actividad’. El consistorio fía ahora la situación al decreto del Govern para intentar regular (otra vez) el alquiler vacacional.
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