Los Comuns abren la herida de la izquierda en Cataluña al cargar contra ERC y la CUP
Ada Colau pidió 'reconectar' con la ciudadanía: el partido mira a las próximas elecciones municipales del 2027
La resaca política del postprocés se presenta como la más larga y trascendente que se recuerda durante los últimos años. La pérdida de la mayoría independentista y el descrédito de las izquierdas han llevado a un reajuste de todas las piezas del tablero catalán. Después de Junts y la CUP, ahora ha sido el turno de los Comuns, que más allá de la grandilocuencia crítica vienen de obtener el peor resultado de su historia.
El pasado sábado, día 16, los Comuns cerraron su IV Asamblea sin demasiadas novedades. Colau selló su presunto abandono de la política y Albiach dejó la dirección orgánica, aunque se mantiene en la política parlamentaria. “De esta asamblea tenemos que salir fortalecidos (...) nosotros no somos ni seremos la muleta de nadie”, dijo la nueva lideresa del partido, Gemma Tarafa.
La situación de los Comuns se presenta, pues, como la de ERC: deben esconder que objetivamente son una de las muletas parlamentarias del Govern del PSC. Para ello, y como también ha hecho la CUP, y previsiblemente hará ERC, los Comuns huyen hacia adelante y marcan un perfil fuerte. Hablan de una izquierda “transformadora”, de forzar a Illa a resolver el problema de la vivienda, de las “élites”, de frenar la “ola reaccionaria”, etc.
Más allá de esta autoafirmación asamblearia, los Comuns han marcado tanto perfil que incluso han cargado contra PSC, ERC y la CUP. El motivo de los reproches es que estos partidos han pactado con la derecha, ya fuera “la derecha independentista o no independentista”. Asistimos, pues, a una infiltración de discurso procesista dentro de los Comuns, que critican a la izquierda catalana que pacte con Junts. “Frente conservador”, así lo bautizó Jéssica Albiach:
Esta situación es reveladora porque muestra que los Comuns todavía siguen anclados a un paradigma político que hace aguas. Así, y a tenor de declaraciones como las de Albiach, los Comuns han apostado por hacerse un hueco dentro de un mercado sobresaturado, como es el de las izquierdas soberanistas. Y es que, tanto la CUP como ERC, desde unas posturas más independentistas, han apostado por lo mismo. La CUP, incluso, se ha inventado un nuevo ente independentista, denominado Nexe Nacional.
Colau: un poco de autocrítica
La exalcaldesa de Barcelona y mascarón de proa de los Comuns, Ada Colau, hizo un discurso relativamente autocrítico. Colau habló de que “la ciudadanía ha desconectado de nosotros”, lo cual es una traslación verbal de los malos resultados del partido. En este sentido, pidió “reconectar” con la población.
Por el resto, la exalcaldesa presentó el mismo discurso de activista que tuvo en su despedida. Habló otra vez de las “élites locales y globales”, del “neoliberalismo avaricioso” o de la situación en Israel. “Sánchez, basta de declaraciones. Queremos un embargo real de armas y la suspensión de relaciones comerciales, económicas y de todo tipo con el Estado genocida de Israel”, dijo Colau.
Al margen de todo esto, lo más importante es que Colau hizo referencia a recuperar el carácter municipalista del partido. Es decir, que ha alimentado la incógnita de si se ha retirado a la presidencia de la fundación de los Comuns para, en 2027, presentarse a las elecciones municipales. “Reto estratégico de primer nivel”, dijeron sobre estas elecciones. Como ya se explicó en E-Notícies, no son los únicos que han visto la importancia de esas elecciones.
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