Oriol Junqueras y Elisenda Alamany, dándose la mano en un mitin político con gente de fondo
POLÍTICA

Oriol Junqueras encarrila su reelección como presidente de ERC

Militància Decidim ha conseguido dos tercios del total de los avales y mil más que Nova Esquerra Nacional

Oriol Junqueras podría haber dado un golpe definitivo para recuperar la presidencia de ERC. La candidatura que lidera junto a Elisenda Alamany, Militància Decidim, ha arrasado en la recogida de avales con un total de 2.500 firmas. Esto son dos tercios del total de los avales, mil más que los de la lista afín a Marta Rovira, Nova Esquerra Nacional (1.500) y mil quinientos más que la candidatura del exconsejero Alfred Bosch, Foc Nou (500). La lista Recuperem ERC, con solo 200 avales, ha quedado fuera de la carrera hacia la presidencia.

Un hombre con las manos juntas en primer plano mientras una multitud al fondo levanta tarjetas amarillas.

Este primer cribaje ha servido para medir las fuerzas entre las listas oficialistas y los críticos, y entre las listas oficialistas entre sí. 

El resultado corrobora que los críticos no tienen suficiente fuerza para marcar un cambio de rumbo en la dirección del partido. Ni siquiera la candidatura de Alfred Bosch, que se presentaba como el gran tapado, y que ahora tendrá que buscar aliados si quiere tener un sitio en el nuevo organigrama para tener algo de influencia. Según se rumorea, hay negociaciones muy avanzadas para incorporarse a la lista de Oriol Junqueras.

Lo que también se ha demostrado es que Junqueras parte con una ventaja muy importante para imponerse sin dificultades en el congreso del próximo 30 de noviembre. Ya hace días que se viene percibiendo una clara superioridad de los junqueristas respecto a sus rivales. Ahora se confirma que Oriol Junqueras ha conseguido erigirse como el candidato de la militancia, y está muy cerca de ganar el congreso por goleada.

Si Militància Decidim consigue superar el 50% de los votos en la primera ronda, Junqueras será automáticamente proclamado vencedor. Si no, habrá que ir entonces a una segunda vuelta, donde los críticos podrían aliarse con el partido de Marta Rovira. Pero la recogida de avales pone en duda que incluso así fueran capaces de derrotar a los junqueristas en una segunda vuelta.

La militancia contra el establishment

No hay una correlación directa entre la recogida de avales y el voto de la militancia en el congreso, pero sí da una pista de la distancia entre los junqueristas y el resto de candidaturas. A estas alturas queda claro que Junqueras dio un golpe maestro al presentar su renuncia para ser escogido por la militancia en plena crisis de su liderazgo. Y que sí lo hacía era porque sabía que, pese al ruido mediático y la oposición de una parte importante del establishment, el expresident sigue contando con el apoyo de la militancia.

Xavier Godàs habla frente a un micrófono mientras sostiene un papel amarillo con personas desenfocadas al fondo.

Se está demostrando también que la candidatura de Marta Rovira ha ido siempre a remolque, y lo más importante, que no ha conseguido que no la identifiquen con el establishment. La presentación del apoyo de importantes dirigentes como Pere Aragonès, Marta Vilalta y Raquel Sans, y de figuras históricas como Carme Forcadell, Joan Puigcercós y Joan Manuel Trasserras, podría haber sido más un hándicap que una ayuda. Tampoco ayuda la falta de un liderazgo fuerte -Xavier Godàs no es alguien conocido, y ni tan solo aclara si sería el candidato a la presidencia de la Generalitat- en un momento en el que Carles Puigdemont ha sido elegido presidente de Junts para liderar una nueva etapa. 

Los roviristas no arrojan la toalla y de puertas para fuera intentan vender optimismo considerando un "éxito" la consecución de 1.500 avales. Recuerdan que empezaron la campaña mucho más tarde que Militància Decidim, y que podrían sumar a los críticos una vez demostrado que no tienen fuerza para hacer la guerra por su cuenta. Pero su proyecto no tiene diferencias sustanciales con el de Oriol Junqueras, que en cambio ha conseguido una sólida base de apoyos en el ámbito municipal.

Entrar o no entrar en el Govern, esta es la cuestión

El proyecto de Oriol Junqueras apenas se desvía del rumbo iniciado en 2019, cuando se alejó progresivamente del independentismo para acercarse a los socialistas y ensanchar la base. Aunque se mantuvo en la sombra durante los acuerdos de investidura con el PSC, el expresidente es favorable a mantener los acuerdos. Por ahora descarta entrar en el gobierno de Salvador Illa pero deja la puerta abierta, y esta será una de las decisiones de más calado que tendrá que tomar si sale elegido.

Salvador Illa espera al congreso de ERC para negociar los presupuestos con los republicanos, y está claro que una victoria de Junqueras sería favorable a sus intereses. Los socialistas podrían tener preparada una oferta para que Junqueras entre en su ejecutivo. Su mano derecha, Elisenda Alamany, ha sido la gran valedora del acuerdo de gobierno entre ERC y PSC en el ayuntamiento de Barcelona, que ahora podría hacer extensivo al Govern de la Generalitat.

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