Un hombre con traje oscuro y camisa blanca frente a un fondo de personas levantando tarjetas amarillas.
POLÍTICA

Alfred Bosch, el gran tapado del congreso de ERC

La candidatura Foc Nou gana números ante la guerra abierta entre Marta Rovira y Oriol Junqueras

Oriol Junqueras parecía tenerlo todo de cara para imponerse sin dificultades al resto de candidaturas en el congreso nacional de ERC, el 30 de noviembre. Pero un exceso de confianza le llevó a abrir un enfrentamiento con Marta Rovira, que está embarrando y mucho el terreno. La guerra sucia entre ambos sectores, con filtraciones, acusaciones y denuncias cruzadas, ha sumido la organización en una crisis sin precedentes.

Así que a río revuelto, las candidaturas minoritarias que parecían condenadas a hacer de espectadores empiezan a asomar la cabeza. Especialmente Foc Nou, la lista encabezada por Helena Solà y el exconsejero de la Generalitat, Alfred Bosch. Se presentan como la alternativa a los sectores oficialistas, y proponen una consulta a la militancia en el plazo de un año para revisar los acuerdos de ERC con el PSC.

Alfred Bosch, con un lazo amarillo en la solapa, hablando en un podio con el logotipo de la Generalitat de Catalunya, sobre un fondo azul.

En Foc Nou son conscientes de que están luchando contra dos gigantes. Oriol Junqueras encabeza una lista basada en el músculo de la militancia, trabajada desde la base y muy enraizada en el ámbito local y el municipalismo. Los de Marta Rovira, con Xavier Godàs al frente, cuentan con la fuerza del aparato orgánico (Marta Vilalta, Pere Aragonès, Teresa Jordà, Josep Maria Jové) y el apoyo de las figuras históricas del partido.

Foc Nou podría acabar decantando la balanza

Foc Nou es una candidatura más modesta formada a partir de militantes de base, muchos de ellos del ámbito municipal, críticos con la vieja dirección del partido. Denuncian que tanto Militància Decidim (lista de Oriol Junqueras) como en Nova Esquerra Nacional (lista de Marta Rovira) están plagadas de nombres que llevan años viviendo del partido. Y que por lo tanto son incapaces de emprender la regeneración que necesita ahora mismo ERC.

Sus esperanzas están depositadas en el vuelco que estuvo a punto de experimentar la consulta del 2 de agosto sobre la investidura de Salvador Illa. Aunque parecía que el ‘Sí’ iba a arrasar, finalmente se impuso por un margen muy estrecho que evidenció la debilidad en la que navega ahora mismo la dirección de ERC. El objetivo de Foc Nou es atraer al 44,5% de los militantes que se opusieron a la investidura de Salvador Illa, algo que parece menos imposible tras la guerra abierta entre los sectores oficialistas.

En realidad, la cosa no es tan sencilla, porque dentro del 44,5% había muchos militantes que forman parte de las dos candidaturas oficialistas. Pero de hecho Foc Nou no aspira a ganar el congreso, sino a forzar una segunda vuelta en la que pueda establecer alianzas para condicionar a la nueva dirección. Y es sabido que Bosch es más cercano al sector de Rovira que al de Junqueras, así que finalmente podría decantar la balanza si Oriol Junqueras no consigue un resultado contundente.

El gran peligro para de Oriol Junqueras

Según el reglamento aprobado especialmente para este congreso, si ninguna candidatura supera el 50% de los votos se volverá a votar en una segunda vuelta quince días después (14-15 diciembre). En esta segunda vuelta se batirían en duelo las dos candidatura más votadas, que a priori serían Militància Decidim y Nova Esquerra Nacional. Pero lo importante es que podrían formar alianzas con las otras candidaturas, y aquí es donde Junqueras tiene las de perder.

Si Junqueras no consigue más del 50% de los votos el 30 de noviembre, se arriega a una confluencia entre Nova Esquerra Nacional y Foc Nou, a la que podría incluso sumarse la cuarta lista, Recuperem ERC. Una segunda vuelta obligaría en todo caso a una negociación para rehacer listas, lo cual daría a Alfred Bosch la llave para condicionar a los roviristas. Godàs podría acabar imponiéndose a Junqueras, pero no sería un cheque en blanco y la nueva dirección llegaría al poder condicionada.

Los de Alfred Bosch quieren vender caro su apoyo y podrían condicionar la alianza a una nueva consulta sobre el acuerdo de gobierno con el PSC. Foc Nou propone además reconstruir las alianzas con el resto de los partidos independentistas y las entidades soberanistas para poner en marcha un nuevo proceso. Algo que sería más fácil de hacer con Nova Esquerra Nacional que con Militància Decidim, así que poco a poco se van perfilando dos grandes bloques en la batalla del 30 de noviembre.

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