Un hombre con gafas y expresión seria en primer plano, con una multitud de personas levantando tarjetas amarillas en el fondo.
POLÍTICA

Una candidatura de ERC promete romper con Illa 'el día después' del congreso si ganan

Foc Nou y Recuperem ERC proponen revertir los acuerdos con el PSC, aunque de formas diferentes

La militancia de ERC decidió por un margen muy ajustado el pasado 2 de agosto investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat. El próximo mes de noviembre la militancia elegirá a la nueva dirección del partido, en un congreso donde concurren cuatro listas. Dos oficialistas -una encabezada con Junqueras y otra con Marta Rovira en la sombra-, y dos pertenecientes a los sectores críticos de Esquerra.

Personas en una conferencia de prensa de Esquerra Republicana con un fondo amarillo y un podio con el logo del partido.

Marta Rovira y Oriol Junqueras han apretado el acelerador estos últimos días presentando sus apoyos y sus credenciales de cara al congreso. 

Un puñado de exdirigentes históricos del partido, como Carme Forcadell y Joan Puigcercós, han mostrado su apoyo a los roviristas y han pedido a Junqueras que dé un paso al lado. Lo hicieron tras las acusaciones del sector de Marta Rovira a Oriol Junqueras por supuestas maniobras para mantener a sus afines en el gobierno de Salvador Illa. Se presentan como la lista de la renovación para acabar con los errores estratégicos y las malas prácticas de Oriol Junqueras estos últimos años.

Junqueras ha contraatacado presentando a cargos municipalistas como sus apoyos, y presentándose como la opción de la militancia contra el oficialismo. En un acto junto a alcaldes y exalcaldes, el expresidente de ERC ha apelado al “derecho a decidir” de la militancia. Durante semanas, ha señalado a Marta Rovira y su círculo como responsables de la estructura B y a sí mismo como la mejor opción para regenerar el partido.

Proponen romper con el PSC

Aunque parece claro que el congreso será una batalla entre las dos listas oficialistas, hay otras dos candidaturas que quieren abrirse paso. Una es Foc Nou, un grupo de militantes de base muy enraizado en el ámbito municipalista, que cuenta con el exdiputado Alfred Bosch como figura destacada. La otra es Recuperem ERC, promovida por el Col·lectiu Primer d’Octubre, el más activo en la crítica contra la dirección Oriol Junqueras-Marta Rovira.

Foc Nou y Recuperem ERC, que comparten la crítica al acuerdo de investidura con Salvador Illa, han tomado la iniciativa estas últimas horas. Los dos proponen revertir el pacto de gobierno con los socialistas, aunque de forma distinta. Foc Nou propone una nueva consulta a la militancia en un plazo máximo de un año, mientras que Recuperem ERC promete romper con el gobierno del PSC el día después del Congreso.

La candidata de Foc Nou, Helena Solà, ha propuesta "una consulta vinculante como muy tarde el 7 de agosto de 2025" sobre "todos los acuerdos que tenemos con el PSC". El candidato de Recuperem ERC, Xavier Martínez-Gil, ha dicho que "nosotros no esperaremos un año para ver qué hace Illa. Dijmos 'no' a Illa, y si gana la candidatura romperemos con Illa el día después".

Salvador Illa, pendiente del congreso

Aunque comparten un mismo objetivo (romper con el PSC), las dos candidaturas críticas difieren en el concepto de la democracia interna. Para Foc Nou hay que respetar los procesos internos porque, como dijo Solà, somos asamblearios y nos lo creemos”. Para Recuperem ERC, el avala de la militancia en el congreso sería el aval suficiente para romper el acuerdo con los socialistas.

Dos hombres conversando en un entorno formal con personas al fondo.

Si finalmente la batalla se dirime entre roviristas y junqueristas, Illa puede respirar tranquilo porque no peligra la política de alianzas de ERC con el PSC. Pero el líder socialista tendrá que seguir de reojo el congreso nacional de Esquerra, porque cualquier sorpresa podría complicar su situación. Por ahora los sectores críticos tienen pocas posibilidades de imponerse a las dos listas oficialistas, pero la consulta del 2 de agosto ya demostró que no hay que dar nada por sentado. Aunque parecía que el ‘sí’ a la investidura arrasaría, finalmente ganó por un margen muy pequeño.

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