Marta Rovira con chaqueta azul y camiseta blanca gesticula con las manos levantadas mientras habla en un podio amarillo con la inscripción "Consell Nacional" frente a un fondo amarillo con el texto "esquerra.cat".
POLÍTICA

ERC marca perfil duro para esconder su debilidad con el PSC

Como mucho, los republicanos solo pueden maquillar la realidad: un partido deshecho y en plena reorganización

Esto estaba escrito: ERC hace president a Illa y acto seguido presentan un perfil muy duro para disimular precisamente ese hecho. A su manera, Junts hace algo muy parecido con el PSOE, dando sensación de inestabilidad, pero sin sacar a Sánchez de la Moncloa. En última instancia, se trata de la contradicción procesista de ser ‘de facto’ otro actor más de la política española y autonómica.

ERC: una situación predecible

En el caso de ERC, el sendero que ahora recorren los republicanos estaba más que señalizado. Después del descalabro electoral, no tuvieron más remedio que pactar con el PSC para evitar la repetición electoral y que Junts (el verdadero rival de ERC) se quedara con el voto procesista. Mientras tanto, tenían que presentar la presidencia de Illa como una manera de acercarse a la independencia a través de la milagrosa financiación singular.

Un grupo de personas de pie frente a un podio amarillo con el logotipo de Esquerra Republicana, mientras varias cámaras los graban.

Así mismo, y para remachar todo este espejismo, los republicanos vendían la idea, convenientemente vehiculada por los medios procesistas, de que pueden amenazar al PSC. Pero el caso es que Sánchez está en la Moncloa, Illa en la Generalitat y Collboni en el Ayuntamiento. En cualquier caso, este es un asunto estrictamente circunscrito al relato republicano, dirigido al electorado abstencionista en Cataluña.

Esto lo hemos visto en algunas declaraciones, progresivamente grandilocuentes, de varias candidaturas a presidir ERC. Una de ellas, por ejemplo, dijo que romperían el acuerdo con el PSC al día siguiente. Otra candidatura, la de Marta Rovira, con Xavier Godàs como oficiante, no dudó en decir que tumbarían gobiernos y todo lo que fuera necesario.

Próxima parada: presupuestos

Por todo ello, no es de extrañar que ahora, que Illa tiene delante el melón de los Presupuestos, volvamos a presenciar estos ejercicios de abdominales por parte de ERC. El relato de los republicanos es que solo aprobarán los presupuestos si hay avances concretos en el nuevo sistema de financiación. Por su parte, el PSC dice lo contrario: que primero hay que aprobar los presupuestos y después concretar el sistema de financiación.

Un hombre con gafas y traje oscuro gesticula mientras habla en un entorno formal.

Ayer, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, se refería al asunto en una comparecencia ante la prensa. “No hay suficiente ni con buenas palabras, ni con fotografías de encuentros y de reuniones institucionales”, dijo Vilalta. “Hacen falta concreciones y hacer trabajo en clave de país: financiación, políticas republicanas y resolución del conflicto con el Estado español”:

Según informa Joan Guirado (colaborador de esta casa) para Vozpopuli, los republicanos piden que se acelere la comisión bilateral Gobierno-Generalitat para formalizar el nuevo sistema de financiación. Por su lado, los Comuns, que tienen un margen de maniobra casi nulo, aceptarán los Presupuestos en tiempo y forma si Illa se concentra en el problema de la vivienda.

En definitiva, se trata de la situación prototípica en la que el procesismo cae una y otra vez, y que consiste en seguir los tempos de los socialistas creyendo que los imponen ellos. Por el resto, el sistema de financiación singular no es tal cosa porque, como dijo el propio Pedro Sánchez, el objetivo es extenderlo a todas las comunidades autónomas por igual.

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