Sigue el infierno de los funcionarios de prisiones en Cataluña
Se vuelven a disparar las agresiones y los trabajadores niegan que se deba a que han bajado el nivel de ‘tolerancia’
Mientras los candidatos explican si van en transporte público o si han estudiado en un colegio concertado, arden las prisiones catalanas. Aunque más exacto sería decir que siguen ardiendo. Y es que los funcionarios llevan meses con esta situación y los datos muestran que marzo ha sido un mes de récord, de triste récord.
Según ha podido saber el diario ARA, en marzo hubo 79 agresiones, que concretamente son el doble con respecto a las que hubo en febrero. Así mismo, son 29 más con respecto a marzo del año pasado. En total, marzo ha batido el récord de agresiones del último año.
El departamento de Justicia señala que este aumento responde a la tensión derivada de las protestas de los funcionarios. Protestas que, a su vez, responden al asesinato de su compañera Núria en la prisión de Mas d’Enric. Así mismo, estas protestas están avivadas por la enorme separación que hay entre los sindicatos y la consejera Ubasart.
Hay que recordar que lo último supimos de las negociaciones es que no había negociaciones. Al final, CCOO y la UGT cedieron a la presión de los funcionarios y dejaron plantada a la consejera. Lo que es seguro es que Ubasart no va a dimitir por intereses electorales, que es algo que los funcionarios dan ya por descontado.
Ubasart diluye la cuestión
Según un informe que Justicia le ha pasado al ARA, el Departamento cifra el inicio de este boom de agresiones en 2022. Entre otras cosas, lo achacan al estrés que provocó la pandemia. Aunque no dicen nada de los efectos de su política penitenciaria, que los sindicatos han denunciado diciendo que se preocupan más por el recluso que por el trabajador. “Solo muestra interés por la vertiente de la población reclusa, dando la espalda a sus trabajadores y trabajadoras”, dijeron los funcionarios hace tres meses.
Justicia intenta diluir el asunto diciendo que se ha bajado el nivel de “tolerancia” por parte de los trabajadores. Es decir, que los funcionarios habrían recibido instrucciones de los sindicatos para denunciar cualquier incidente y que compute como agresión.
Ante esto, los sindicatos dicen que es falso y que no ha habido ningún tipo de consigna. Por el contrario, insisten en que esta es la realidad que viven desde hace mucho tiempo y que la solución pasa por reforzar las capacidades de seguridad de los trabajadores. En este sentido, una de las reivindicaciones que ya presentaron en su día es que puedan usar pistolas taser.
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