La muerte de Núria en una cárcel muestra el buenismo del sistema catalán de prisiones
Los funcionarios de prisiones, que llevan tiempo pidiendo más seguridad, estallan tras la muerte de Nuria, la cocinera de la cárcel de Mas Enric, en Tarragona
Núria López, cocinera de la prisión de Mas Enric, era asesinada este miércoles por un recluso que era interno de confianza y trabajaba en la cocina del centro. El suceso fue macabro: la degolló brutalmente y acabó suicidándose. El preso, de origen rumano, cumplía una condena de 11 años y cobraba unos 200 euros al mes por sus tareas en la cocina de la cárcel tarraconense.
La muerte de Núria ha desatado una ola de protestas comprensibles de los funcionarios de prisiones catalanas. Hace mucho, muchísimo tiempo, que reclaman más medidas de seguridad y que se sienten solos. Tenían razón: un preso de confianza, que tenía accesos a los utensilios de cocina, como un cuchillo, mataba a Núria López. No había nadie en ese momento, no hay suficientes funcionarios para que uno estuviera en la cocina.
"No tenemos funcionarios de calle mayor, cuando antes sí que los teníamos", explicaba a los medios Miquel López, un trabajador de la cárcel de Mas Enric. Ahora mismo, para que se hagan una idea, en los módulos donde hay más de cien reclusos solo hay dos funcionarios, cuando lo que tocaría es que fueran el doble. El cabreo es absoluto, el miedo de los funcionarios de las prisiones de Cataluña es real.
“Desde UGT, se reclama el cesamiento de toda la cúpula del Departamento de Justicia. Necesitamos urgentemente la aplicación de medidas reales que eviten las agresiones y, por supuesto, la muerte de compañeros”, decía un comunicado emitido el miércoles. Los funcionarios están tan cansados, se sienten tan solos que no quieren ni ver a Gemma Ubasart, consellera de Justicia de la Generalitat de Cataluña. Solo piden que dimita "hoy mismo". "Sus políticas de contención cero, de buenismo y de considerar que todos son buenos" han acabado "con un muerto encima de la mesa", afirma Enric López.
El preso ya había agredido a otro recluso hace poco
Este mismo viernes se ha sabido que el recluso que mató a Núria, fue expedientado hace unos meses por pagar a otro preso. Fue entonces cuando fue apartado temporalmente de sus tareas en la cocina. Sin embargo, se le permitió volver, explica ACN, una vez superó la sanción que le pusieron. Concretamente, dio un puñetazo a otro recluso.
Siguen las protestas delante las cárceles catalanas
Los funcionarios de prisiones han querido mostrar su hartazgo la mañana de este viernes delante de las cárceles catalanas. El acceso a Brians, Quatre Camins, Lledoners y Mas Enric está bloqueado y se han levantado barricadas. Se han vivido también momentos de tensión y solo se ha permitido pasar a los Mossos d'Esquadra que hacían el relevo a sus compañeros de dentro las cárceles.
Todos los colectivos que agrupan a los funcionarios de las cárceles piden la dimisión de la cúpula de Justicia, mientras Gemma Ubasart ha tardado 48 horas en pedir comparecer en el Parlament. Lamentablemente, ha tenido que pasar una desgracia para que la administración catalana se dé cuenta de lo que llevaban meses denunciando sus propios trabajadores.
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