Los Comuns reabren el debate de la escuela concertada en Cataluña
El debate educativo sigue mutando y ahora le toca el turno a los colegios concertados
Después de su congreso, los Comuns suben la apuesta para hacerse un hueco entre la izquierda catalana y desmarcarse del brazo del oso del PSC. Además del énfasis en la vivienda, a los Comuns también se les ha ocurrido impugnar la escuela concertada. Piden que de aquí a 2030 nada menos que desaparezcan todas las escuelas concertadas de Cataluña.
Además de esto, piden una inversión de 500 millones de euros para hacer una educación inclusiva y acabar con la segregación escolar. Y es que, en el sentido de la financiación, los Comuns no se han quedado cortos. También piden una bolsa de recursos para que las escuelas e institutos se acerquen a la gratuidad del comedor escolar y de las extraescolares.
Más allá de todas estas peticiones, el objetivo estratégico de los Comuns es abrir esta clase de debates faraónicos para conseguir visibilidad y, al mismo tiempo, distancia con el Govern. Y de entrada parece que les ha funcionado porque ya se han producido las primeras reacciones políticas. Asistimos, pues, a la reapertura del debate sobre la educación concertada en Cataluña.
Empieza el debate
La que fue consejera con el expresidente Puigdemont, Neus Munté, no ha tardado en criticar esta demanda de los Comuns. “La concertada forma parte del servicio de educación de Cataluña y nace de la iniciativa social. Por suerte, nuestro sistema educativo es plural y lo que hace falta es apoyarlo y fortalecerlo”, ha dicho Munté. “Les pierdo el sectarismo”, ha concluido la exconsejera:
Y los que tampoco podían faltar en este debate eran los de la Fundación Bofill, el lobi educativo par excellence en Cataluña. Un día antes de la Asamblea de los Comuns, la directora de investigación de la Fundación Bofill, Mònica Nadal, compareció en el Congreso de los Diputados. En su intervención, Nadal pidió “regular” la escuela concertada, de la cual hizo un retrato muy negativo.
“Los sistemas mixtos generan desigualdad”, dijo, “generan un mal colectivo desde el punto de vista de la segregación social”. Pero la razón de fondo para acabar con la concertada es que genera espacios en los que el poder público no puede intervenir para uniformizar la educación. “¿Si nos escolarizamos en lugares diferentes dónde construiremos un “nosotros” colectivo?”, se preguntaba esta miembro de la Fundación Bofill:
Otra faceta del debate
En realidad, esto no es más que una modulación de lo que ya se explicó en E-Notícies: que el fracaso de la educación catalana - que es un reflejo de la sociedad - ha abierto un debate de enormes proporciones. Y en este debate se dan cita aspectos tan fundamentales como la cuestión migratoria, del modelo educativo o de la financiación.
Y aunque resulte anecdótico, esta situación tiene una derivada muy reveladora: y es la cantidad de figuras públicas de Cataluña que con mayor o menor discreción intentan evitar el sistema educativo público. Sin ir más lejos, la semana pasada el destacado humorista Joel Díaz se hacía viral por decir que si tuviera hijos tal vez los mandaría a la concertada. Su motivo era que en algunos institutos había un “ritmo muy lento” por la destacada pluralidad de etnias y culturas entre los alumnos.
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