Inseguridad e inmigración: Vox deja claras sus intenciones para la campaña electoral
La formación plantea sus dos temas estrella entre dudas sobre su aplicación y con la dura competencia del PPC
El espacio del voto constitucionalista en Cataluña estará muy apretado. Todo apunta a una victoria del PSC, a un aumento muy fuerte del PP, a una desaparición de Ciudadanos y a un mantenimiento de Vox. Este panorama se da con algunas novedades importantes con respecto a unos años atrás. Podemos destacar dos.
La primera: el vendaval político de la amnistía y, más aún, la división del espacio electoral en dos grandes bloques. Esto ha aumentado la brecha entre el PP y el PSOE y, en general, entre la derecha y la izquierda. El entendimiento ya es bastante inusual y casi cualquier tema se remite a esta dinámica de bloques.
La segunda: la aparición del debate sobre la inmigración irregular y la inseguridad. Aunque, en realidad, este debate siempre había estado ahí. Ha sido el reciente aumento de la inmigración y de la inseguridad lo que le ha dado protagonismo al debate y, de paso, alas a las opciones políticas identitarias. En Europa se oye una música parecida y las próximas elecciones europeas serán muy reveladoras.
La estrategia de Vox
Con todo esto de fondo, Vox ha decidido priorizar los temas de inseguridad e inmigración. En este sentido, es de esperar que durante la campaña oigamos dos cosas desde Vox. La primera, que remarcarán que este siempre ha sido su discurso y que no lo han cambiado a conveniencia, que es lo que ahora le critican muchos a Junts. La segunda, vincular las problemáticas de la inmigración y la inseguridad con la inacción política de ERC y Junts.
Un vistazo a su última campaña de propaganda muestra que, en efecto, la formación verde apuesta su discurso a la lucha contra la inseguridad. Piden deportaciones, una lucha contra la reincidencia, endurecimiento de las penas, etc. O sea, lo que se conoce como “mano dura”.
Algunos de sus críticos les reprochan que en realidad no tendrían competencias para llevar a la práctica sus propuestas. Tanto la inmigración como las deportaciones y el código penal son competencias exclusivas de la administración central. Es por esto que algunos les acusan de prometer cosas imposibles desde las capacidades de una comunidad autónoma.
Por otra parte, está la competencia electoral con el PP de Alejandro Fernández. Por lo que parece, los populares no van a buscar el cuerpo a cuerpo directo ni con Ciudadanos ni con Vox. De hecho, lo más probable es lo otro: que Ciudadanos y Vox sí que busquen el cuerpo a cuerpo con el PP.
Es esperar, entonces, que Vox intente buscar más protagonismo que el PP en los debates sobre la inseguridad y la inmigración. Se apoyarán, por ejemplo, en que el PP haya votado a favor de una ILP destinada a regularizar a medio millón de irregulares. Sea como fuere, su principal dificultad estará en pescar dentro de un electorado más transversal que también puede elegir entre PP, Ciudadanos y PSC.
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