Salvador Illa presume de centralidad y lanza sus primeras propuestas

El candidato del PSC a las elecciones del 12 de mayo, Salvador Illa, hizo su primera gran demostración de fuerza en una conferencia que reunió más de 1.200 personas. No solo era la cantidad, sino el perfil de los asistentes, en una clara declaración de intenciones: Illa quiere representar el centro, la moderación tras diez años de Procés.

Todo estaba pensado hasta el último detalle. Entre los presentes había el nieto de Josep Tarradellas, el ex de Junts Miquel Sámper, Miquel Roca, los consejeros de Puigdemont, Santi Vila y Meritxell Ruiz, o Jiménez Villarejo. Estaba toda la plana mayor económica catalana, así como los sindicatos, miembros del sector cultural, educativo, vecinal y político.

Alejado de los colores y las siglas del PSC, Salvador Illa quiso mostrarse ya como presidente, con un fondo blanco y la frase "Unir y servir", que hasta se escribe casi igual en catalán y castellano.

La intención de los socialistas parece clara: mientras el procesismo sigue hablando de referéndum, amnistía y peleándose entre él, el PSC quiere erigirse no solo como la única alternativa, también como alguien que sabe cómo gobernar. "No solo somos la solución, además tenemos la solución", en resumen Y, claro, al poder económico y social de Cataluña -social de verdad, no esas entidades sobrerrepresentadas en medios y subvenciones- le gusta esta música. 

Consciente de que la sociedad está cansada de promesas que muchas veces no se cumplen, Salvador Illa basó su discurso en señalar lo que no funciona en Cataluña. También dio sus soluciones, que no son grandilocuentes, todo lo contrario. Marcó tres prioridades: autogobierno -desplegar el Estatut y mejorar la financiación-, servicios públicos e inversiones -tanto en movilidad como en cuestiones estratégicas como la sequía.

La bandera de la centralidad

Salvador Illa hizo su puesta en escena con tres banderas: la catalana, la española y la europea. Le podríamos añadir una cuarta: la de la moderación. El PSC quiere ser ahora la Convergencia de Pujol, ese partido centrista y centrado que dice priorizar el día a día y "lo que realmente importa". En una Cataluña tan de izquierdas, los socialistas deciden ir a buscar el voto del seny.

Es la famosa política del 'peix al cove' desde el catalanismo. "Asumo un primer compromiso", decía Illa. "Si soy escogido presidente de la Generalitat, os quiero anunciar que crearé un comisionado del autogobierno". La idea que desplegó el líder socialista es que se haga una auditoría para saber como están los servicios públicos de Cataluña.

La idea de Illa es "poner los servicios públicos de Cataluña al nivel que merecen y lo más rápido posible". El candidato, que fue alternando el catalán y el castellano, quiso que esta fuera su primera promesa. Se ve capacitado para llevar a cabo la tercera gran transformación de Cataluña, tras "las de los Juegos Olímpicos y los tripartitos" y lo quiere hacer desde el autogobierno.

En este sentido, quiere desplegar el Estatut del 2006 y un pacto para un nuevo sistema de financiación. Seguro que les suena la música, es lo que Pasqual Maragall defendía en 2003 y que era muy similar a las ideas de Mas. Es más, el PSC se pone la chaqueta nacionalista y defiende que el actual sistema no es justo y que Cataluña no puede ser la tercera comunidad que más da y la catorceava que más recibe. 

La receta del líder socialista pasa por la creación de un consorcio tributaria a medias con el Estado y exigir que no haya comunidades -habló de Madrid sin decir Madrid- que ejerzan "una competencia fiscal desleal".

Salvador Illa, además, quiso comprometerse a aprobar un decreto ómnibus contra la sequía, cargando aquí contra Pere Aragonès por su dejadez durante años. Las infraestructuras, dice el socialista, son claves, para "generar prosperidad". "Agua y energía", los dos recursos que son necesarios según el PSC para la competitividad empresarial y productiva y que los gobiernos procesistas no han sabido -o no han querido- priorizar.

El PSC parte con ventaja en estas elecciones y la conferencia de Salvador Illa este jueves así lo evidencia. Las otras formaciones le han regalado la centralidad y parece que lo quieren aprovechar. De momento, reunió a una cantidad de gente y a sectores que ni el actual president de la Generalitat puede soñar en juntar.