Gabriel Rufián ya habla de Aliança Catalana en el Congreso, y le llueven los zascas

ERC se encuentra en una situación adversa y va a la busca desesperada del voto, aunque para ello tenga que sacrificar sus principios como el silencio en torno a Sílvia Orriols. Los republicanos, que hasta ahora optaban por ignorarla, de repente no paran de hablar de ella. Por ejemplo Gabriel Rufián, que ha hablado del “fascismo” en la tribuna del Congreso de los Diputados, refiriéndose al partido Aliança Catalana sin mencionarlo.

“El fascismo es fascismo por mucho que lleve una estelada como un camión detrás. Nuestra obligación es denunciarlo y decir que jamás pactaremos con el fascismo, a pesar de que lleve una estelada como un camión detrás”, ha dicho Gabriel Rufián. Como era de esperar, las reacciones no se han hecho esperar y muchos de los comentarios le recuerdan sus pactos con el PSOE o con otras derechas catalanas.

“Llevaís cuatro años pactando con el PSOE, pero nunca negociaréis con fascistas, venga ya”, reza un comentario. Hay quien le recuerda a Rufián la multa de la consejería de Igualdad a Sílvia Orriols, y que “el fascismo es no poder expresar opiniones bajo castigo de 10.001 euros”. Además cuelgan una famoso foto suya con un apoderado de Vox durante una jornada electoral en Cataluña.

ERC, el islamismo y el miedo a Sílvia Orriols

Muchos comentarios responden al líder de ERC en el Congreso diciendo que el islamismo es fascismo y que su partido le hace el juego. “¿Por qué Aliança Catalana es fascista”, le preguntan, “porque os da miedo y es la única arma que tenéis contra ellos”. “¿El fascismo islámico no lo condenáis?”, insisten, y le recuerdan la imagen de unas mujeres segregadas de los hombres por vallas de construcción en un parque de Lérida.

Las encuestas marcan un descenso de ERC, que se vería superado por los socialistas y el partido de Puigdemont. Aliança Catalana estaría en condiciones de entrar en el Parlament, y los sondeos le dan hasta tres diputados. El principal temor de los partidos procesistas es que Orriols se lleve el voto del independentista indignado y ahonde en la crisis de confianza de ERC y Junts.