Europa empieza a ponerse las pilas con la inmigración ilegal: Deportaciones masivas

Hasta ahora, la mano dura contra la inmigración era una exclusiva de la llamada “extrema derecha”. Pero el problema migratorio y la amenaza de la seguridad de las fronteras de la Unión Europea han roto el debate. La defensa de la deportación masiva por parte de la izquierda alemana lo cambia todo.

El canciller alemán Olaf Scholz, del partido socialdemócrata (SPD), ha sorprendido con sus declaraciones en Der Spiegel: Al final tendremos que deportar a gente a gran escala”. Estas palabras reflejan el hartazgo ante la crisis migratoria y el fracaso del modelo multicultural.

NUEVO EN WHATSAPP: Únete a la comunidad de E-Notícies y comenta sin censura las noticias de verdad.

Por otro lado, su posicionamiento evidencia la deriva derechista en el continente europeo, que está arrastrando también a la socialdemocracia. En el trasfondo está la preocupación evidente por la degradación del problema migratorio. El buenismo va quedando cada vez más arrinconado ante la percepción de que hay mucho en juego.

Deportaciones masivas

“Vienen demasiados inmigrantes a nuestro país, provocando una situación de inseguridad que podría solucionarse deportando a gran escala a los ilegales. Debemos deportar más y más rápidamente. Está en juego la seguridad ciudadana y la cohesión social del país”.

Estas declaraciones no las hizo el presidente del gobierno conservador de Suecia o los ultraderechistas finlandeses. Tampoco Giorgia Meloni, Viktor Orbán o Marine Le Pen. Lo ha dicho Olaf Scholz, uno de los pocos presidentes socialdemócratas que quedan en una Europa devorada por la ola conservadora.

En cuestión de pocos años, Alemania se ha visto superada por una oleada de refugiados debido a la nefasta gestión migratoria de Angela Merkel. Esto ha aumentado el rechazo social a las políticas buenistas con la inmigración. Algo que se refleja en el súbito aumento de los apoyos al partido ultra Alternative for Deutschland (AfD). 

Europa está cambiando

Mientras, los postulados de Giorgia Meloni siguen dando pasos en la adopción de una nueva política migratoria en Europa. Los países, inicialmente reticentes a las recetas de la primera ministra italiana, ahora ven la necesidad de reformar las políticas migratorias de la Unión. Esto coincide con la ola de gobiernos conservadores y la ruptura de algunos tabúes en la izquierda como lo demuestra el mensaje de Scholz. 

De hecho, ni siquiera la propia Meloni ha hablado tan tajantemente sobre la solución a la inmigración masiva como Scholz. El alemán abre la puerta a la deportación masiva, que durante años ha sido un tabú. Queda claro que ante la situación cada vez más insostenible, Europa va asumiendo la necesidad de medidas drásticas.