El fútbol siempre ha sido mi mayor pasión. Y el periodismo, mi única y más sincera vocación. Escribir es mi mejor forma de ser. Ahí es cuando aparece mi verdadero yo. Me encanta contar historias y no valoro un estilo de vida en el que redactar sobre fútbol no disponga de una relevancia considerable. Lo pude comprobar de primera mano cuando fui becario en el MARCA, cuando cubrí directos para El Confidencial o en las otras experiencias periodísticas que he tenido el placer de vivir.
Mi rédito favorito de esta emocionante pero compleja profesión es la oportunidad que te brinda de aprender constantemente, de conocer historias desconocidas y de enfrentarte a diario a nuevos retos.
He tocado también, con mucho gusto, otras ramas del periodismo. Participé en un podcast sobre fútbol internacional, trabajo a diario en mi cuenta personal de TikTok e incluso me he aventurado de forma puntual en el mundo del vídeo y de la fotografía.
Siendo consciente de la relevancia social que alberga mi ocupación, no tengo otro objetivo que el de brindar información con honestidad y proporcionar al lector un producto elaborado, a la par que auténtico y veraz. Afortunadamente, formo parte de una nueva generación de periodistas ansiosos por retornar la profesión a su esencia, a su verdadero valor, el de acompañar a la sociedad hacia un mundo más justo y menos intoxicado de desinformación.
