Los Comuns y Sumar ya asumen su fracaso y vuelven a flirtear con Podemos

El caso de Sumar es difícil de analizar porque se dan a la vez factores internos y externos. Lo que está claro son los resultados. Por el momento, Sumar se desmorona en casi todos los frentes: ha encadenado tres fracasos electorales en Galicia, Euskadi y Cataluña, los sondeos de las europeas son malos y han descubierto la evidencia de que el PSOE les canibaliza. Este panorama obliga al partido a tomar posiciones a corto y medio plazo.

A corto plazo, la jugada consiste en esconder a Yolanda Díaz - o en sacarla para hacer ruido mediático con Israel - y en esperar con resignación al último latigazo de las europeas. A partir del 9 de junio, y con el campo de batalla a la izquierda del PSOE convenientemente bombardeado, ya podrán tomar decisiones. Es de esperar, pues, que pues a partir de entonces Yolanda Díaz intente ganar visibilidad llevándole la contraria a la patronal, calificando de genocida a Israel o pidiendo que se acorten los horarios de los restaurantes.

A medio plazo, la jugada consiste en hacer las paces con Podemos, es decir, en darle la razón a Pablo Iglesias. Porque si algo se ha demostrado es que la estrategia de Iglesias ha funcionado. Una estrategia que, por otra parte, no era ningún secreto y que consistía en sentarse a esperar a que Sumar se disolviera ante la contradicción de ser una alternativa al Gobierno desde dentro del Gobierno. Esto decía Pablo Iglesias a modo de aviso a navegantes cuando la investidura de Sánchez estaba casi hecha:

Así mismo, Sumar tiene un problema manifiestamente obvio para cualquier analista de partidos: y es que no es un partido. La variedad de intereses territoriales desfonda a la dirección y la inutiliza. Algo que se ha visto con la confección de las listas europeas, que han sido más bien un ajedrez interno que otra cosa. Sumar, en definitiva, no tiene ni una porción de la organización orgánica que sería necesaria para plantarle cara al PSOE.

Rosario de fracasos

Los sucesivos fracasos electorales manifiestan de alguna u otra manera esta conjunción de factores internos y externos. En Galicia (0 diputados) y en el País Vasco (1 diputado) se hizo palpable que bastaba con el ataque de precisión de Podemos para que el electorado natural de Sumar huyera en masa a las izquierdas soberanistas. En el caso gallego, Pablo Iglesias llegó incluso a pedir el voto para el BNG.

Luego, las catalanas. La moraleja es que los Comuns no pudieron aguantar lo más mínimo el abrazo del oso de Sánchez con la amnistía. El resultado, también a la vista: el peor resultado de la historia de los Comuns, mendigar un tripartito y comerse las palabras con el Hard Rock. Por en medio, claro, varias puñaladas de Pablo Echenique y de Pablo Iglesias, que celebraron el fracaso.

¿Maniobras de los Comuns en la sombra?

Ahora, las últimas declaraciones de figuras como Jaume Asens o Gerardo Pisarello sugieren que Sumar - los Comuns por lo menos - ya empieza a recoger cable. O lo que es lo mismo: que saben que a largo plazo Sumar se desintegra como un meteorito entrando en la atmósfera socialista.“No tiene sentido que a nivel nacional haya tres propuestas de izquierdas”, ha declarado Jaume Asens para empezar a hacer un poco de ambiente.

Como es habitual cuando se trata de las izquierdas, no ha faltado la apelación a lo que presuntamente desea la gente. “Tenemos luchas compartidas y ahora toca trabajar juntos ante nuestros adversarios, que son comunes”, dice Asens, “Espero que nos volvamos a reagrupar; creo que es el deseo de la mayoría de la gente progresista de ambas opciones electorales. Ahora no puede ser, pero en el futuro me gustaría que fuera posible".

Como también es habitual cuando se trata de las izquierdas, tampoco han faltado los eufemismos. Preguntado por las declaraciones de Asens, Gerardo Pisarello ha hablado de “horizonte de reencuentro” con Podemos. Ahora, que le han visto las orejas al lobo, Pisarello habla de que "nosotros, desde el espacio de los comunes, siempre hemos sido partidarios de que haya la mayor comprensión, que haya la mayor unión posible entre las izquierdas".

La derivada más morbosa de esta situación sería que los Comuns hubieran empezado a maniobrar desde el subsistema catalán para hacer un reajuste en Sumar después de las europeas. Es decir, al margen de Yolanda Díaz ¿El motivo de esta posibilidad? Que Yolanda Díaz no se ha sumado a este flirteo con Podemos. Como venimos diciendo, las elecciones europeas son mucho más determinantes de lo que parece.