Qué sucederá en Cataluña tras las elecciones europeas
La política catalana cogerá velocidad tras el 9 de junio, con mucho trabajo por hacer
Mientras las elecciones europeas -o palestinas- marcan la agenda política, Cataluña ha entrado en una especie de parada donde nadie se acuerda que tenemos un Govern en funciones.
De momento la campaña electoral marca el rumbo: los Comuns hablan de Palestina, ERC tira de Tomás Molina, Toni Comín sobrevive en Junts y PP y PSOE se pelean por todo. A su lado, Vox confía que Alvise Pérez no les haga demasiado daño y que la ola de la nueva derecha llegue también a España.
La política catalana va a cámara lenta para coger velocidad tras una nueva jornada electoral. El día siguiente, lunes 10 de junio, se escogerá la mesa del Parlament y a su presidente en un acto que dará inicio a la nueva legislatura. A partir de aquí el calendario está claro: se debe celebrar una sesión de investidura antes del 25 de junio.
Los partidos catalanes, pues, tienen menos de un mes para desatascar un teórico bloqueo, aunque algunas voces dentro de ERC ya asumen un acuerdo con el PSC. Lo que queda claro es que ese 25 de junio se celebraría la primera votación de investidura, con Salvador Illa a priori como candidato.
Decimos a priori, por qué será el presidente del Parlament quien señale al diputado con más números de sacar adelante su investidura. La única opción de Carles Puigdemont, pues, pasa por el 10 de junio. Si la presidencia del Parlament se la queda el PSC o queda en manos de ERC por un pacto con los socialistas, el candidato de Junts se queda sin investidura.
La constitución de la mesa del Parlament, clave
Esta primera incógnita se resolverá el lunes 10 de junio, en once días. La primera sesión nos ayudará a ver las primeras alianzas, si es que existen y hasta podremos tener más claro el calendario. Si el bloque de izquierdas suma sus fuerzas para controlar la mesa del Parlament y situar un presidente de consenso, la investidura de Illa estará muy cerca.
De lo contrario, si vemos a ERC votando a su propio candidato mientras los socialistas hacen la guerra por su cuenta, habrá que esperar. El calendario marca que hasta el 25 de agosto hay tiempo para investir al nuevo presidente de la Generalitat.
De momento, Esquerra sigue echando balones fuera y desoye la presión. Espera que sean socialistas y juntaires los que se muevan y evita cualquier tipo de acercamiento hasta pasadas las europeas. En privado, algunos dirigentes republicanos asumen que no habrá nuevas elecciones, de modo que algo se ha ido moviendo, aunque sea en secreto.
La hoja de ruta, pues es clara. La política catalana debe poner una marcha más a partir del 10 de junio. Primero de todo, escogerá la nueva dirección del Parlament, con todo lo que conlleva. Aquí tendremos los primeros indicios de hacia donde va la política catalana.
Justo después, quedarán dos semanas para la primera sesión de investidura, de modo que empezará el teatro. Todo indica que Salvador Illa concentrará las conversaciones y hará falta ver qué dicen ERC y el PP. Será entonces cuando sabremos si los diputados se pueden ir de vacaciones o el Parlament estará abierto también en agosto.
En los últimos años, la política catalana se ha vuelto experta en apurar tiempos, en investiduras al límite y presidentes sorpresa. De momento, todo está al aire, pero no se preocupen. En menos de un mes tendremos bastante claro qué sucederá.
Más noticias: