Los Comuns se enredan con el Hard Rock
El giro de 180 grados del partido de Jèssica Albiach provoca una oleada de críticas, incluso de sus propios votantes
“Los programas[electorales]no pueden convertirse en tablas de Moisés inamovibles.[...]Estoy convencido de que nosotros seremos capaces de flexibilizar nuestras posiciones”. Así se refería Jaume Asens a la posición de los Comuns sobre el Hard Rock y las negociaciones con el PSC para la investidura de Salvador Illa. Unas declaraciones que han generado mucha polémica entre rivales políticos y también entre los propios votantes del partido de Jèssica Albiach.
Dejar de considerar el Hard Rock una línea roja para llegar a un pacto con los socialistas ha generado malestar entre la propia base de votantes de los Comuns. A lo largo del día, varias personas que el 12-M depositaron la papeleta de la formación de Jèssica Albiach han alzado su voz para criticar este giro de 180 grados de la formación.
Sobretodo, porque la cuestión del Hard Rock no solamente fue el detonante para que Pere Aragonès adelantase las elecciones (tras su ‘no’ a los presupuestos), sino que se convirtió en el eje central de la campaña del partido de Jaume Asens y compañía.
“Es un grave error y una falta de respeto a la gente que ha confiado en vosotros”, decía un usuario de X que el 12-M mostraba con orgullo la papeleta de los Comuns a la hora de ir a votar. “Algunos hemos tirado el voto a la basura. Qué vergüenza contribuir de esta manera a la desafección política”, decía otro votante del partido de Jèssica Albiach.
“Si nuestros votos no sirven para frenar el Hard Rock será la última vez que os votamos”, expresaba otro votante de Albiach. También PereJP, muy activo en redes, del mundillo de los Comuns y que llegó a trabajar para Iniciativa per Catalunya, se preguntaba “entonces, para qué fuimos a elecciones”.
El cambio de dirección tomado por la marca catalana de Sumar también ha generado muchas críticas entre la plataforma contraria al macroproyecto del Camp de Tarragona. “Habéis tardado 10 días en renunciar al compromiso de oponerse al Hard Rock. La historia os recordará como cómplices”, decían en su cuenta oficial de la Plataforma Aturem el Hard Rock.
Evidentemente, los más duros contra los Comuns han sido sus rivales políticos. En especial, claro, dirigentes de ERC. Oriol Duran, jefe de campaña de los republicanos; Teresa Jordà, diputada en el Congreso; o Elisenda Alamany, líder de Esquerra en el Ayuntamiento de Barcelona, han sido algunos de ellos. Aunque la más dura ha sido Natalia Mas, consejera en funciones de Economía del Govern, que vio cómo sus presupuestos eran tumbados por los Comuns por la cuestión del Hard Rock. “Un ejemplo del cinismo que aleja a la gente de la política”, publicaba en su cuenta personal en X.
Queda claro, pues, que la decisión de los Comuns de cambiar su opinión respecto al Hard Rock no ha gustado ni a los suyos ni a rivales. Exceptuando, claro, al PSC, que ve cómo uno de sus potenciales futuros socios para la investidura de Salvador Illa ablanda sus posiciones en plenas negociaciones.
Jaume Asens, obligado a matizar sus palabras
Tal ha sido el revuelo, que Jaume Asens ha tenido que salir a matizar sus palabras. "Hoy he defendido que la mejor metodología para encarar unas negociaciones es ir con actitud flexible, pero sin renuncias. El PSC aceptó una amnistía que no quería. Ahora hace falta que acepte que el Hard Rock no tiene cabida en la Cataluña de hoy. Dejemos a los negociadores trabajar", publicaba en su cuenta de X. Una publicación, eso sí, con los comentarios vetados para así dejar de recibir críticas
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