El ayuntamiento de Sant Cugat impide la gincana contra la policía y la CUP responde
Los ‘cupaires’ hablan de que la decisión del consistorio es una ‘represión a nuestras ideas políticas’
Ayer era noticia que Arran, el sector joven de la CUP, había organizado una polémica gincana en Sant Cugat. Entre otras actividades festivas, se proponía “introducción a la batalla” o “apunta al facha, puntería de la buena”. Según el cartel informativo, son “tradiciones populares y de calle, repensadas en un tono reivindicativo”.
Ante esto, desde Vox y PP se mostraron indignados y avisaron de que, en caso de celebrarse la gincana, acudirían a los tribunales.
Finalmente, el Ayuntamiento de Sant Cugat (en manos de Junts y ERC) han optado por retirar el permiso a esta actividad. “Ante el revuelo y los problemas de inseguridad que podría conllevar la realización de estas actividades revocamos el permiso para estas actividades”, explicó la teniente de alcalde, Cristina Paraira.
Por su parte, los jóvenes cupaires insisten en que se trata de una “represión a nuestras ideas políticas”. En este sentido, hacen referencia a otra actividad, en teoría también popular, de lanzar cócteles molotov a muñecos de policía, que generó una gran polémica en las Fiestas de Granollers. En cualquier caso, desde Arran dicen que “seguiremos construyendo espacios de batalla”:
Los jóvenes de la CUP han encontrado apoyo en la dirección del partido. Desde el Parlament, la diputada Laia Estrada ha dicho que Junts y ERC “van a remolque de la derecha españolista”. Estrada califica esta decisión del consistorio de “absurda, ridícula y pusilánime”:
La CUP y sus polémicas
La CUP y sus satélites andan muy ocupados durante estas últimas jornadas protagonizando estas pequeñas polémicas, que movilizan el relato antisistema. En menos de dos semanas, por ejemplo, han vandalizado dos sedes de partidos políticos.
Primero, la sede del PSC en Vilanova i la Geltrú con motivo de la decisión del ayuntamiento de cambiarle el nombre a la plaza “1 de octubre”. Y pocos días después hicieron lo propio con la sede de Aliança Catalana en Ripoll.
Se trata de la clásica actitud de la CUP, que acostumbra a acosar al resto de actores políticos aunque su apoyo electoral pueda ser testimonial, como les ocurre en Ripoll. En realidad, se tratan de meras polémicas creadas para conseguir una visibilidad que no se corresponde con sus apoyos sociales reales.
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