Una ventana con un cartel de Aliança Catalana que tiene varios impactos visibles.
POLÍTICA

Vandalizan la sede de Aliança Catalana en Ripoll y Sílvia Orriols planta cara

La alcaldesa de Ripoll recuerda ‘quién abrirá mañana el ayuntamiento’ e insiste en su legitimidad democrática

La izquierda catalana se propuso ayer darle más protagonismo a Sílvia Orriols y lo consiguió. Diversos grupos de izquierda antisistema se dieron cita en Ripoll para protestar contra el cierre de un casal popular que no cumplía las ordenanzas municipales. Esto lo interpretaron como "levantar barricadas contra el fascismo".

Según la policía local, hubo 300 manifestantes, y según los organizadores, 1.000 manifestantes. Más allá de los gritos y consignas habituales, y algún momento de mínima tensión, la protesta se disolvió sin mayor trascendencia. El desprecio que ha recibido la CUP en redes sociales ha sido máximo y muchos recuerdan que en Ripoll tienen el 3,84% de los votos.

Lo que no faltó fue el clásico ataque a la sede del partido político adversario. Esto es muy habitual cuando se trata de la izquierda catalana: la semana pasada, por ejemplo, vandalizaron la sede del PSC en Vilanova. En esta ocasión, le ha tocado el turno a Aliança Catalana, que ha visto cómo los manifestantes han hecho pintadas y han roto cristales.

Un grupo de personas participa en una manifestación en una calle, sosteniendo una pancarta con un mensaje en catalán, rodeados de edificios y bajo un cielo despejado.

Ante esto, la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, no ha permanecido callada. A través de redes sociales, Orriols ha cargado contra estos “totalitarios”, a los que les ha recordado que ella ha ganado las elecciones. “¿Pero sabéis quién abrirá mañana el Ayuntamiento? Yo”, ha recordado la alcaldesa:

La legitimidad de las urnas

Este ha sido el gran error estratégico y comunicativo de los grupos de izquierda, que no parecen haber caído en la cuenta de que Orriols ganó las elecciones en Ripoll. Al margen, claro, de que su discurso antisistema es minoritario, y más aún en Ripoll, donde la CUP es un partido testimonial. Ante esto, Orriols y los simpatizantes de Aliança Catalana pueden reafirmarse en su legitimidad democrática derivada de las urnas:

Esta manifestación coincide con la reorganización política de la CUP, un partido en evidente decadencia social y política. De hecho, el nuevo líder de la formación, Non Casadevall, estuvo presente en la concentración y repitió las consignas habituales. Mientras tanto, la alcaldesa Orriols y Aliança Catalana explotan una publicidad gratuita. 

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