Montaje Santiago Abascal
OPINIÓN

¿Por qué Vox puede dar la campanada?

Porque todos los medios de comunicación están en contra

Tengo la sensación de que Vox sacará mejor resultado de lo que algunos creen y otros temen. Aunque, desde luego, puedo equivocarme. Pero, ya puestos, prefiero mojarme antes que después de las elecciones. No como los economistas, que explican las crisis económicas a toro pasado

El pasado día 11, Iván Espinosa de los Monteros ya recordó durante un mitin en el barrio El Gornal (L’Hospitalet) que, en las elecciones de noviembre del 2019, les pronosticaron que perderían la mitad de los escaños: de 24 a 12. Al final consiguieron 52. 

¿Por qué creo que Vox puede dar, pues, la campanada?

En primer lugar porque tiene todos los medios de comunicación en contra. Buena señal. Ya lo dijo Santiago Abascal durante la moción de censura de Ramón Tamames: “los titulares de mañana están escritos, los editoriales de los periódicos ya están dictados y los comentarios de los tertulianos, decididos”.

Moción de censura de Ramón Tamames

El País es el más beligerante. Quizá por su proximidad a La Moncloa. Como la Vanguardia y El Periódico aunque a otro nivel. Vox no es que despierte entusiasmo sino que despierta hostilidad incluso en los diarios de la derecha.

Sobre todo en La Razón, que es el más escorado al PP. El pasado 4 de julio, a raíz de una conferencia en la sede del periódico, le dedicaban al líder del PP un total 20 páginas. Sin incluir la portada. 

Quizá porque su director, Francisco Marhuenda -le conozco de hace muchos años aunque he perdido contacto- fue diputado del PP en el Parlament. E Incluso alto cargo de Rajoy.

No pasa nada. En los últimos años los medios han perdido no solo audiencia, sino una cosa más importante: influencia. Y hay que decir que, en esto, los catalanes sí que hemos sido pioneros.  

En el 2012 Artur Mas convocó elecciones anticipadas con los dos grandes grupos de comunicación de Cataluña a favor. Uno público: la CCMA (TV3, Catalunya Ràdio, el portal de internet). Y el otro privado: el Grupo Godó (La Vanguardia, Rac1, 8TV).

Perdió doce diputados de golpe. De 62 a 50. Nunca estuvo peor aconsejado (José Antich y Francesc Homs). Ahí ya se vio que los medios iban por un lado y los votantes por el otro. 

Artur Mas en una rueda de prensa en 2012

Luego hubo otras experiencias similares. Trump ganó las presidenciales en el 2016 con todos los medios en contra. No solo los buques insignia de la prensa -El New York Times, el Washington Post, etc- sino también todas las cadenas de televisión excepto la Fox. Sacó 62 millones de votos. 

Si perdió las del 2020 fue por la pandemia -o por la gestión de la pandemia- y porque Biden sacó más votos. A pesar de todo superó su marca personal: 74 millones de votos. Eso sí, Biden 81 millones.

Hay dos ejemplos más, ambos del 2016: El Brexit en junio de aquel año. Aquí también era imposible que el Reino Unido saliera de la Unión Europea. Recuerdo que, apenas unas semanas antes, estuve en el Parlamento Europeo y por los pasillos ya se respiraba desconcierto. Se mascaba la tragedia. Pasó lo que pasó.

Finalmente, el referéndum del presidente colombiano Juan Manuel Santos en octubre tras alcanzar un alto el fuego con las FARC. ¿Cómo iban a votar que no? Colombia alcanzaba la paz tras cuarenta años de conflicto.

Pero ya saben que los referéndums los carga el diablo. Perdió. Por los pelos, pero perdió: el 59,21% votó en contra. El 49,78% a favor. Muchos consideraron que se les eximía de responsabilidad a los terroristas. De hecho uno ha llegado a presidente.

En segundo lugar hay que admitir que todo el mundo habla de Vox. Se ha convertido en el eje central de la campaña. Ya se vio en el cara a cara del pasado lunes entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo

Pedro Sánchez y Núñez Feijóo en el Cara a Cara de Antena 3

Vox no desaprovechó la oportunidad y colgó un vídeo que se hizo viral -llevaba 1,7 millones de reproducciones cuando lo vi- en el que ambos no paraban de pronunciar las palabras “Santiago Abascal” o de “Vox”.

La prueba definitiva a la hora de escribir este artículo es La Vanguardia de este miércoles. He contado más de media docena de titulares sobre Vox a pesar de que, según las encuestas, el PP es el partido llamado a ganar las elecciones.

Todo a raíz de unas declaraciones en las que Abascal pronosticaba más tensiones en Cataluña si hay un gobierno PP-Vox. ¡Pero si es lo que quieren! La única manera de resucitar el proceso. Decir que todos los españoles son unos ‘fachas’.

Además, no sé a qué viene tanta polémica. El cabeza de lista del PP por Barcelona, Nacho Martín Blanco, dijo lo mismo el lunes pasado en una entrevista en El Periódico. Y el propio Pedro Sánchez culpaba a PP y Vox de la “fractura” y de la “confrontación”. Curioso que no culpe de ello, sin embargo, a sus socios de gobierno.

Por último, en tercer lugar, hay una España subterránea que no sale en las encuestas ni en los medios. Voy a poner un ejemplo: el pasado sábado entrevisté en Salou, a 28 grados de temperatura, el cabeza de lista del PP por Tarragona Pere Lluís Huguet. Aseguraba que no les haría falta Vox. Al menos para que Feijóo fuera elegido presidente en segunda vuelta.

Me sorprendieron los comentarios. La mayoría a favor de Vox a pesar de que era un candidato del PP. Algunos del estilo de “Los sueños húmedos del PP de gobernar solos”. “Sólo voté a Vox en toda mi vida, tengo 38 años. Sí Vox no existiese, volvería a la abstención”. “SI hace falta VOX. Como el comer”.

“El voto útil es votar a Vox”. 

Lo que no sé es si estamos ante un final de ciclo. O incluso de un cambio de paradigma. Pero de lo que estoy seguro es de que los votantes de Vox no quieren un relevo, quieren borrón y cuenta nueva. Veremos el domingo si acierto o no. Hagan sus apuestas.

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