El Estado ha vencido
Todos los partidos independentistas deberían empezar por decir la verdad antes de las generales
Todos los partidos independentistas que se presentan a las próximas elecciones generales deberían empezar diciendo la verdad: El Estado ha vencido.
Lo digo porque cuando Roger Torrent evitó la investidura de Puigdemont (2018), Cayetana Álvarez de Toledo hizo un tuit que puso el dedo en la llaga. “Ni Puigdemont ha venido ni Torrent ha desobedecido. Se confirma el valor pedagógico de la cárcel”, afirmó.
Se le echaron encima, claro. Rahola lo consideró “pura maldad” y uno de los intelectuales (sic) del proceso, Salvador Cardus, lo calificó de “cretinada”. Pero la entonces dirigente del PP acertó de lleno.
Desde los primeros ingresos en prisión -y posteriormente condenas- nadie más ha vuelto a intentarlo. Las últimas grandes decisiones el Consell Execitu han sido la gratuidad del 012 y el Plan Nacional del Libro. Están muy bien, pero no parece que vayan en la línea de proclamar de nuevo la independencia.
De hecho llevamos casi seis años desde el 1-0 y no han traspasado ninguna línea roja: Eso sí, siguen con las palabras huecas: “confrontación democrática” y el “embate democrático”. Es para darse ánimos.
Puigdemont sigue dando lecciones desde Bélgica, la última a Jordi Basté. Cada vez más alejado de la realidad -y de la gente- pero ni siquiera se atreve ir a Estrasburgo. Es muy fácil hacerse el valiente desde una mansión en Waterloo.
Como Clara Ponsatí, ahora que su delito ya no implica penas de cárcel. En Escocia todavía la esperan. En cuanto el Reino Unido salió de la UE por el Brexit le faltó tiempo ara poner los pies en polvorosa.
Torra ha pasado a la historia por colgar no una pancarta sino dos. Salió por la puerta grande como víctima. Condenado a inhabilitación dijo que no pagaría la multa. Acabó pagando.
Aragonès se comprometió a “culminar” la independencia en su de debate de investidura. Estamos esperando. No lo hará. Está casado y tiene una hija. Sabe lo que vale un peine.
Ahora ya solo piden el reconocimiento del derecho a la autodeterminación
Un referéndum pactado. De hecho, Junqueras pide dos. Uno para Cataluña y otro para Euskadi. Por aquello, supongo, de que la unión hace la fuera. Pobres, no saben lo que les espera a los vascos como se metan en el lío.
Ni siquiera la CUP es partidaria ya de decisiones unilaterales. También se han apuntado al referéndum. En las últimas municipales, excepto Girona, perdieron uno de cada cuatro votos. En Barcelona ni entraron.
Lo cierto es que quemaron todas las naves en el 2017. Primero porque el referéndum -en este caso unilateral- ya lo hicieron entonces. Hasta hace poco decían que no hacía falta hacer otro. Que aquel era el bueno.
El Estado no aceptará nunca un referéndum. Lo sabe todo el mundo. Hasta ellos. Ya no lo defiende -al menos de autodeterminación- ni Yolanda Díaz. Y supongo que no hace falta que les diga qué deben pensar PP y Vox de esta reivindicación.
Por eso, ¿qué les queda ahora? Pues ya ven: el “señorita, me ha pegado”. Los de ERC se han apuntado al “Defensa Cataluña”, ellos que la han hundido. Los de Junts, “Ya basta”, que parece que hablen de ellos mismos.
Mientras que los la CUP, al “Plantemos cara”. Los de Herri Batasuna no tomaban posesión de los escaños ¿Entonces a qué van estos a la “capital del Reino”? A cobrar del “Estado opresor”. A qué va a ser.
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