Artur Mas y la incoherencia del 'procés' personificada
El expresident es la viva imagen de la pérdida de rumbo del procesismo
El procesismo sigue en caída libre, sin rumbo y peleados entre ellos. Muchas veces no se sabe si quieren una cosa, si quieren la otra, todo a la vez o ninguna de ellas. Y quien encarna este espíritu es, sin duda, Artur Mas. El expresident de la Generalitat es la incoherencia personificada que ha representado el procés en Cataluña.
A veces parece el más independentista y otras veces reivindica su papel más moderado. En ocasiones apuesta por el diálogo y en otras jalea a los indepes más alocados de Junts. Y todo ello, aún con el carnet de militante del PDeCAT en la boca. Un partido que también formó parte del procés, pero que ahora ya se desmarca claramente de Junts, ERC y la CUP.
Artur Mas no tuvo ningún reparo en criticar a su partido el PDeCAT cuando la cúpula decidió presentarse a las elecciones generales. “No se deberían presentar”, dijo alto y claro en Ràdio Estel. Según el expresident, deberían haber ido juntos con Junts, como si la culpa de que no se hubiera llegado a un acuerdo fuera del PDeCAT.
Artur Mas ha ido un poco más allá y ahora ha decidido hacer campaña directamente a favor de Junts per Catalunya. En lugar de apoyar a su partido, el expresident y actual militante del PDeCAT ha preferido arropar a Míriam Nogueras en un acto celebrado este miércoles. Eso sí, lo ha hecho con una dosis de ambigüedad marca de la casa: sin pedir el voto explícitamente para Nogueras.
Pero que el militante más significativo del PDeCAT no apoye a su partido y participe en el acto de otro no es lo más esperpéntico de todo. El surrealismo llega hasta tal punto que Artur Mas ha advertido que los partidos catalanes están “obligados” a negociar en Madrid. Mientras, minutos después, era la propia Míriam Nogueras la que decía que negociar en Madrid era sinónimo de que te acabaran engañando. Una vez más, el juego del "sí, pero no".
Intentar quedar bien, contradecirse, decir una cosa y hacer otra diferente… Estas son algunas de las muchas características del procesismo. Artur Mas encarna muchas de ellas. Y cada vez que aparece en plano mediático lo demuestra un poco más.
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