Abascal, ante su oportunidad de oro
La ausencia de Feijóo en el debate de esta noche le deja vía libre contra Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Aunque Vox es junto a Sumar el partido que más sube la recta final de campaña, las encuestas le siguen situando lejos de los dos grandes partidos. Santiago Abascal ha cargado duramente contra las encuestas. Afirma que es una herramienta de manipulación en manos del Gobierno, y aboga por prohibirlas.
Abascal cree que las encuestas no reflejan la realidad del auge de Vox, y que el debate televisivo de hoy es su gran oportunidad. El partido tiene marcada en rojo esta fecha en el calendario. Lo ven como su gran oportunidad para marcar perfil y exhibirse como la alternativa al resto de formaciones.
La ausencia de Feijóo es además una ventaja para Abascal, que tendrá vía libre para robar al PP el discurso del voto útil frente al sanchismo. Solo ante el peligro (Pedro Sánchez y Yolanda Díaz), Abascal está ante su oportunidad de oro.
Objetivo, enfrentar al sanchismo
Su estrategia pasa por asediar a Pedro Sánchez y desmontar una a una las leyes más polémicas del Gobierno de coalición. Lejos de buscar la moderación, Abascal tomará un tono duro para perfilarse como la oposición desacomplejada contra la izquierda. Quiere así recuperar a los votantes de Vox que se han ido al PP.
El precedente es alentador. En la campaña de 2019, Vox consiguió recabar más de medio millón de votos tras el debate a cinco. El debate de hoy se presenta como el broche de oro a una campaña singular. Vox ha tenido que hacer frente a la izquierda, pero también a los desplantes y menosprecios del PP de Feijóo.
De hecho, los populares ya fueron el gran adversario de Vox en el debate de portavoces de TVE, el jueves pasado. Los de Abascal confían en que aquel debate, donde Iván Espinosa de los Monteros marcó perfil frente a Cuca Gamarra, marcara el cambio de tendencia. Ahora le toca a Abascal rematar la faena.
A por el voto perdido
Abascal ha difundido estos últimos días el mensaje de que no está asegurada la coalición de derecha contra el sanchismo. Vox contrarresta así la estrategia del PP de pedir a Sánchez sus votos para gobernar sin la “extrema derecha”. Contra eso, los de Abascal creen que la única salida es una sorpresa electoral de Vox.
Aunque Vox ha estado en boca de todos en esta campaña, las encuestas mostraron desde el principio una fuga de votos hacia el PP. La tendencia se confirmó con el éxito de Feijóo en el cara a cara y los platós de televisión. Una visibilidad que de momento no ha tenido el líder de la formación verde, hasta esta noche.
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