Ariadna Oltra gana un debate que evidencia la división procesista
Solo los candidatos del PP y el PDeCAT sorprenden en un debate prescindible
Hay debates prescindibles y después está el de este martes 18 de julio de 2023 en TV3. Los ocho partidos con representación por Cataluña en el Congreso acudían a la televisión pública catalana con la intención de aprovechar la oportunidad. Era de suponer que el recuerdo del cara a cara Sánchez - Feijóo les podía hacer pensar que los debates sí que sirven para algo, pero no ha sido así. El debate catalán ha sido un retroceso al 2017, donde otra vez el Procés ha marcado el discurso de buena parte de los presentes.
Todos contra Vox y un PP y PDeCAT con ganas de sorprender
Solo el PDeCAT, el PP y Vox han pedido pasar página y situar el debate en el 2023. Hasta Mertixell Batet del PSC ha basado parte de su discurso en destacar que Sánchez ha sido "vailente" en Cataluña con los indultos. Era un déja vu constante que solo rompían tres partidos.
Hay que tener en cuenta que tanto como PP y Vox eran conscientes que este no era su sitio ni tenían demasiado a rascas. Quizás Nacho Martín Blanco ha sido el más interesado en mostrar un perfil más centrista, moderado. A veces parecía Feijóo en Galicia, reivindicado un regionalismo para Cataluña al estilo Josep Piqué. De hecho, ha llegado a afirmar: "El PP no hará nada contra el catalán en Cataluña".
La estrategia del Partido Popular en Cataluña parece clara: defender el bilingüismo sin atacar el catalán. El PP catalán pretende alcanzar la segunda fuerza domingo y cree que irse hacia la catalanidad y el centro es el camino.
Esta decisión ha dejado a Vox en solitario defendiendo la derecha en el debate. Juan José Aizcorbe no ha tenido reparos en enfrentarse a los procesistas pese a recibir los gritos e insultos de la izquierda y los procesistas. Vox tenía tan claro que tenía poco que rascar en TV3, que se ha visto a un Aizcorbe distendido y sin caer en las provocaciones de Rufián o la CUP.
El candidato de Vox no se ha movido. Pese a que había momentos donde todos intentaban hacer callar a Aizcorbe, él seguía hablando de políticas, de privilegios de algunos en Cataluña. Hasta el PP ha querido distanciarse hoy de Vox afirmando que Feijóo no quiere divisiones ni confrontación.
Suya ha sido la frase del debate, eso sí. El candidato de Vox ha definido a los partidos procesistas y su entorno como la "industria política catalana", haciendo referencia a la capacidad de vivir de la política de miles de personas gracias al Procés.
El PDeCAT saca los colores a los procesistas y el ridículo de la CUP
Al otro lado del debate los cuchillos volaban. Míriam Nogueras de Junts no paraba de atacar a Gabriel Rufián, demostrando que antes se rompe Catalunya que el Estado. Junts ha presentado una sola receta en todo el debate: independencia. ¿Se hablaba de economía? Independencia. ¿Tocaba hablar de vivienda? Independencia. ¿Ola de calor? Independencia y un ventilador.
Pese a recibir más palos que un tió por Navidad, Gabriel Rufián ha sabido mantener una posición bastante digna. Solo al principio del debate ha vuelto a sus tonterías regalando un cómic valenciano a los candidatos del PP y Vox. Nacho Martín Blanco ha sido más listo y le ha plantado cara.
La frase más repetida de Gabriel Rufián ha sido "yo no soy su rival, señora Nogueras". La candidata de Junts quería collar al de Esquerra con una propuesta de pacto a lo Feijóo: pactar conjuntamente la investidura de Sánchez a cambio de un referéndum. Rufián ha pasado de puntillas, evitando responder.
Mención a parte ha merecido Roger Montañola, el candidato del PDeCAT, quizás el más valiente. A diferencia de PP y VOX, Montañola sabía que estaba delante de su público y de su última gran oportunidad. Ha reivindicado la necesidad de un nacionalismo que haga política en Madrid y deje las proclamas.
Su mejor momento es cuando les ha preguntado a los candidatos del PSC y PP si asumirían un referéndum pactado en Cataluña. Ante la negativa de los dos, les ha preguntado a los candidatos de la CUP y Junts qué pensaban hacer durante cuatro años más allá de estar de brazos cruzados. Ha tenido que ser un candidato de un partido como el PDeCAT el que evidencie la incoherencia de los partidos procesistas.
No había ningún ganador del debate hasta que Ariadna Oltra ha hecho su trabajo. En el bloque de economía Albert Botran, candidato de la CUP, ha querido hablar de lengua catalana. Oltra le ha repetido una y otra vez que no era el momento y que ya tendría tiempo. Botran, como un niño pequeño, ha insistido hasta que Ariadna Oltra le ha quitado la palabra.
El debate no ha aportado nada que no conocíamos. Quizás la sorpresa han sido Nacho Martín Blanco del PP y Roger Montañola del PDeCAT. Uno porque ha mostrado un PP alejado de Vox, reivindicando la catalanidad y hasta la lengua catalana. El otro, Montañola, porque es el único de los partidos soberanistas que ha hablado de política, que ha reivindicado políticas de derechas y ha retratado a los procesistas.
La verdadera ganadora del debate, pero, ha sido Ariadna Oltra. Hacía tiempo que nadie en TV3 no era capaz de parar a alguien de la CUP, Junts o ERC. Solo para ver como bajaban la cabeza sin rechistar ha valido la pena.
Pd: Escrita la crónica de este debate nos hemos dado cuenta de que no hemos hablado en ningún momento de la candidata de Sumar, Aina Vidal. De hecho, incluso creíamos que no había llegado a tiempo a TV3.
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