Ignacio Garriga con traje azul oscuro hablando en un micrófono en un entorno formal.
POLÍTICA

Vox pide sitio para ejercer de oposición a Salvador Illa

Los de Garriga insisten en los pilares de su campaña electoral para tener voz propia dentro de un Parlament fragmentado

Uno de los riesgos de los cordones sanitarios es que dejan una parcela política y social sin atender. El caso de Cataluña es bastante claro. En estos momentos, Vox y Aliança Catalana tienen un cordón sanitario que les excluye ‘de facto’ de la incidencia política en el Parlament. Pero también les da vía libre para reivindicar sus respectivos discursos.

En cualquier caso, el presidente Illa parece ser consciente de la cuestión. En el último pleno en el Parlament, dijo que una de sus prioridades de gobierno era “desmontar una a una” las posturas de Vox. Es decir, el debate de la inseguridad, de la inmigración ilegal y del islam.

Ante esto, Vox se reafirma en su parcela del relato, que es la misma que le ha permitido aguantar el auge del PP catalán. Y el pasado sábado, Vox dio un nuevo ejemplo en un gran acto de partido en Salou. De fondo, late la competición para erigirse como oposición dentro de un Parlament muy fragmentado.

Ignacio Garriga hablando en un podio con el logotipo del Parlament de Catalunya en el fondo.

Vox insiste en los pilares de su campaña

Como explicábamos en E-Notícies el pasado abril, la campaña de Vox para las elecciones autonómicas iba a seguir la estrategia de concentrarse en pocos mensajes. En esencia, eran tres puntos. Denunciar el aumento de la inseguridad, críticas a la inmigración ilegal y señalamiento del islam. Así mismo, también destaca la crítica al PSC como un partido “separatista” más.

Y según las intervenciones que se oyeron en el acto en Salou, Vox se mantiene fiel a este discurso. El objetivo, pues, no ha cambiado. Desde una oposición frontal al PSC, los de Ignacio Garriga buscan diferenciarse del PPC de Alejandro Fernández y, por descontado, de Junts.

Dos hombres en trajes oscuros hablando en un podio de madera con fondo de madera.

Desde el atril, Garriga insistió en la falta de control migratorio y de una política de asilo realista. De la misma manera, reivindicó que sus advertencias sobre el aumento de la inseguridad han sido ciertas.

El otro discurso de Vox

El discurso de Vox tiene otros dos puntos que, por norma general, se pasan por alto. Más aún en Cataluña, que tiene unas particularidades sociales y demográficas muy distintivas. Estos dos puntos son la reivindicación de la inmigración hispanoamericana y la crítica al elitismo.

Para el que siga el discurso de Vox en política migratoria, destaca la contundencia de su defensa de la inmigración hispanoamericana. Los de Abascal y Garriga sostienen que la inmigración hispana presenta una proximidad cultural que la hace muy conveniente para España. En este sentido, es habitual que, en sus mítines y actos públicos, hagan una reivindicación de la inmigración legal a través de los hispanos.

Sin ir más lejos, en el acto en Salou, Garriga reivindicó al inmigrante hispano que detuvo al terrorista islámico del centro comercial de Badalona:

En segundo lugar, es de destacar que Vox presenta un discurso muy antielitista. En este sentido, son muy habituales sus críticas a las “élites” políticas y mediáticas que viven en zonas acomodadas. Nuevamente, esto también apareció en el acto en Salou.

En referencia al islam, Garriga cargó contra aquellos que “viven en los mejores barrios de toda Cataluña, en los que no tienen en su colegio la mitad de la población extranjera”. Son esta clase de posturas las que explican que, en la distribución del voto, Vox tenga más recorrido que el PP en barrios humildes.

Un Govern en minoría y una oposición múltiple

La distribución de escaños en el Parlament refleja una sociología electoral bastante compleja. Por una parte, el PPC ha crecido mucho, pero ha sido a costa de Ciudadanos. Así mismo, Junts está más concentrado en recuperar su sitio y en liberarse de la cadena en la que se ha convertido la ley de amnistía.

Finalmente, los que presentan posiciones más radicales - Vox y AC - comparten un discurso muy similar. Pero lo cierto es que no se pisan sus electorados, sino que discurren paralelos por la diferencia que representa el eje nacionalista. Sin embargo, a efectos sociales son dos electorados que deben considerarse desde una misma óptica.

Con todo ello, el nuevo Govern del PSC se enfrentará a una oposición con muchas cabezas y que representa electorados diversos. Y de fondo, una Cataluña que se enfrenta a problemas muy preocupantes.

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