Montaje con foto de personajes
POLÍTICA

Carles Puigdemont, cada vez más nervioso: posible moción de censura en Ripoll

El líder de Junts estaría moviendo los hilos para desbancar a Sílvia Orriols con el apoyo de PSC, ERC y la CUP

Carles Puigdemont, contra las cuerdas tras perder la batalla por la Generalitat, habría decidido lanzar una ofensiva total contra Aliança Catalana. El líder de Junts se estaría planteando una moción de censura en Ripoll para desbancar a Sílvia Orriols de la alcaldía. Sería una declaración de guerra en toda regla, ya que Aliança Catalana ha basado su crecimiento este último año y medio en el gobierno de Ripoll.

Los rumores surgen desde dentro de la propia Aliança Catalana. Acusan a Puigdemont de mover los hilos para forzar a la sección local de Junts en Ripoll de pactar con el PSC, ERC y la CUP para desbancar a Orriols. Hay que recordar que Aliança Catalana gobierna en minoría con seis concejales desde que Junts rompiera a última hora el cordón sanitario con PSC, ERC y la CUP para impedir que Sílvia Orriols llegara a la alcaldía.

Carles Puigdemont con traje oscuro hablando en un podio con micrófonos.

En aquella ocasión, Puigdemont se posicionó claramente en contra del apoyo de Junts a Aliança Catalana -contraviniendo así a la línea defendida por Laura Borràs. Ya entonces intuía la competencia que Aliança Catalana podía suponer para Junts en la reconstrucción del espacio independentista conservador. Efectivamente, Aliança Catalana ha basado su crecimiento en la crisis del procesismo y, en buena medida, ha nutrido sus filas de disidentes de Junts.

Los nervios se apoderan de Carles Puigdemont

La pérdida de la Generalitat en manos de Salvador Illa y las fugas de Junts a Aliança Catalana han desatado los nervios en Waterloo. Hay un movimiento que ha preocupado especialmente, y es el cambio de chaqueta de Josep Sort. Como cuenta Ferran Casas en NacióDigital, quien fuera candidato de Junts en las elecciones de 2017 y 2021 es ahora uno de los activos más enérgicos en la expansión del partido de Sílvia Orriols.

Esto es relevante porque Josep Sort pertenecía al círculo de confianza de Laura Borràs, rival de Carles Puigdemont por el control del partido. Lo cual demuestra lo que muchos temían, y es que el desbancamiento del sector de Laura Borràs implicara la pérdida de una parte importante de las bases independentistas de Junts. Unas bases que habrían encontrado acomodo, como Josep Sort, en el proyecto de Sílvia Orriols.

Fotomontaje de Sílvia Orriols con Laura Borràs

A las puertas del congreso nacional de Junts, Carles Puigdemont habría decidido lanzar la ofensiva sobre el partido de Sílvia Orriols. El expresident llega muy debilitado, tras el fiasco de su regreso, con la amnistía en el aire y sin la Generalitat ni apenas poder territorial. Su plan para recuperar el terreno perdido pasa por debilitar al orriolismo, a quien responsabiliza en buena medida de su derrota frente a Salvador Illa el 12 de mayo.

Una operación arriesgada

En Junts ni confirman ni desmienten los rumores, pese a las críticas recibidas estas últimas horas tras destaparse sus supuestas intenciones. El hecho de que Manoli Vega, hasta ahora jefa de filas de los juntaires en Ripoll, haya dejado su acta de concejal en los últimos días, no ha hecho más que alimentar los rumores. Y es que Vega fue la figura que imposibilitó el pacto Frankeinstein para evitar la alcaldía de Orriols el año pasado. Exigía, como segunda fuerza más votada, ser la alcaldesa, pero ni el PSC, ni ERC, ni la CUP quisieron y todo se fue al traste.

Está claro que un movimiento de esta envergadura supondría un antes y un después en el actual contexto político. Pero incluso dentro de Junts son muchos los que piensan que más allá de los efectos a corto plazo, a la larga no haría más que ahondar en la crisis de confianza de los de Puigdemont.

No solo porque haría más profunda la separación entre el independentismo radical -aglutinado en torno a Sílvia Orriols- y el procesismo. Sino también porque obligaría a Junts a ir de la mano con el PSC, dando la razón a quienes acusan a Junts de ser lo mismo que ERC. Orriols perdería su fortín, pero quedaría definitivamente encumbrada como la nueva líder del independentismo. 

El precipitado regreso de Carles Puigdemont el pasado 8 de agosto demostró que su figura ha perdido el aura y la capacidad de atracción que tenía. Su operación para cargarse al sector de Laura Borràs y hacer un repliegue ideológico y estratégico del partido no estaría dando el resultado esperado. De ahí que la cúpula de Junts piense ahora en una operación a la desesperada que, contra todo pronóstico, podría acabar impulsando aún más a Aliança Catalana.

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