Montaje de Puigdemont y Sánchez tristes

POLÍTICA

Las voces socialistas e independentistas que recelan de la amnistía

La amnistía provoca un caldo de cultivo de descontento dentro de sectores del PSOE y del independentismo unilateral

A la ley de amnistía solo le queda ser aprobada. Y los actores protagonistas - Junts, ERC y PSOE - descorchan el champán. Sobre todo, el PSOE, tan azorado estos días por el estallido del caso Koldo. El ministro Bolaños se refería al acuerdo alcanzado como un hecho histórico que ponía fin a toda una época para Cataluña y para España.

Pero este éxito no es sinónimo de unanimidad. Por lo menos dentro de los propios partidos implicados. Desde ambos lados han aparecido críticas internas que no celebran el acuerdo. Algunas de ellas - en el caso ‘indepe’ más bien - con un evidente aroma electoral.

El PSOE que es crítico con Sánchez

Si algo es evidente es que los partidos funcionan cuando están dirigidos con mano de hierro. Una máquina eficaz que refleja de manera inmediata y precisa las decisiones de la cúpula y, en última instancia, del líder. Y el PSOE de Sánchez es una máquina bien engrasada por el momento. De hecho, se hizo viral esa conversación informal entre Page y otros presidentes autonómicos en la que Page - con la contundencia que le es propia - decía “Lo que ha hecho el PSOE es de una tensión máxima: echar a todo dios que se le opone”.

Aunque este control militar - y natural cuando se trata de partidos - no evita que haya voces de peso muy críticas con la política de bloques de Sánchez. Se trata de voces que, en el argot, se conocen como “la vieja guardia”. Hablamos de Felipe González, Eduardo Madina, el propio Page, Javier Lambán, entre otros. De hecho, ayer mismo el expresidente Lambán respondía directamente a la epicidad del ministro Bolaños con este mensaje:

Sobre el actual presidente de Castilla-La Mancha poco se puede añadir. Autor de conocidas frases como “yo no quiero que nos hagan bailar una sardana política a todos”, Page es el crítico interno más fuerte que tiene Pedro Sánchez. Sus comentarios contra la amnistía y los pactos con los nacionalismos han sido constantes y airados. Su tesis es que Junts va a desbancar a ERC del Govern y, después, “abrirá una brecha al Estado”

Montaje de fotos de primer plano de Emiliano García-Page y Felipe González, ambos con el rostro serio

Después de Page, el mayor crítico de Sánchez es el expresidente González, una figura totémica para gran parte del socialismo. González ha calificado la amnistía de “intolerable” y no ha perdido ocasión para decirle a Sánchez que no fuera por ese camino. A diferencia de los indultos, con los que estuvo de acuerdo, González ve la amnistía como un ejercicio de desigualdad ante la ley. “Seguirán siendo delitos para los demás, pero se borrarán para los amnistiados”, dijo hace un mes el expresidente en un acto que congregó a la flor y nata de la política y del poder judicial.

El independentismo unilateral aprovecha la situación

Por el lado ‘indepe’, la postura también está clara: la amnistía es una traición al 1-O y otra trampa del PSOE. El sector unilateral del independentismo interpreta que la ley de amnistía es otra expresión del procés, o sea, de un proyecto político que en realidad no está destinado a conseguir la independencia.

Ayer mismo, por ejemplo, el exdirigente de Junts, Víctor Tarradellas, calificaba lo sucedido de “traición” y pedía echar a los procesistas por cómplices con el 78. Más moderado, el conocido abogado defensor del abstencionismo, Josep Rosell, ha explicado que la amnistía no incluirá a todos y no será de aplicación inmediata.

Montaje de fotos de una imagen de Josep Rossell y una captura de pantalla de un tweet suyo

En esta misma línea se encuentra Jordi Graupera y otros que miran de capitalizar el descontento procesista. Graupera y Ponsatí ya han anunciado la nueva creación de un partido independentista: Alhora. Su interpretación de los hechos es que Junts y ERC no han conseguido nada real porque a la amnistía todavía le queda un largo camino judicial en Europa y en España.

Captura de pantalla de un tweet de un usuario de Twitter, @JordiGraupera

En resumen, que el independentismo se divide aún más y crece el número de opositores al puesto de guardián de las esencias. Cuando las aguas se calmen se podrá ver cómo queda el fondo del río procesista. Por el momento, el objetivo de Junts es que Puigdemont pueda ser candidato a la Generalitat. Mientras tanto, el independentismo unilateral de la ANC, de algunos sectores derrotados de Junts, de partidos de nueva creación y de actores como Sílvia Orriols deja un panorama difícil de predecir.