La última exigencia de Tània Verge antes de dejar su cargo

ERC está de salida y por tanto la consejera Verge también. Una de las figuras más controvertidas del Govern de ERC, Verge se destacó durante las últimas semanas de su mandato con el anteproyecto de la ley trans. Una ley que fue sumamente polémica, además de un previsible fracaso ante el adelantamiento de las elecciones.

Entre las novedades de la ley, que iba más allá de la de la exministra Irene Montero, estaban la inclusión de la casilla de ‘no binarios’ en los documentos oficiales o la participación de personas trans en competiciones deportivas. Pero el punto más polémico sin duda fue que permitía a niños de entre 12 y 15 años el cambio de sexo con un servicio de mediación de la Generalitat.

Gobierno en diferido

Ayer, jueves, la consejera Verge tuvo un acto en el Parlament con motivo del Día contra  la LGTBI-fobia. Verge aprovechó la ocasión para reivindicar su labor en el Departamento de Igualdad y Feminismos y que la “transformación feminista” ha sido un “eje de gobierno”.

Aunque lo más destacado ha sido su petición al nuevo Parlament de que apruebe la ley trans catalana y modifique la actual ley contra la LGTBI-fobia. “Ni un paso atrás en los avances que garantizan los derechos LGTBI”, ha dicho la consejera en funciones.

Por su parte, la presidenta en funciones del Parlament, Anna Erra, ha pedido “estar alerta” para no caer en “las retóricas conservadoras excluyentes o autoritarias que fomentan la homofobia o la transfobia en parte de la población”.

Críticas desde sectores feministas

Pero lo cierto es que no solo han venido críticas desde sectores con “retóricas conservadoras”. Muchos grupos feministas han puesto el grito en el cielo por lo que entienden que, más que un anteproyecto de ley, es una aberración de ley. Así, por ejemplo, se han manifestado en múltiples ocasiones el colectivo Feministas de Cataluña, cuya presidenta, la profesora Sílvia Carrasco, ha tenido que sufrir acoso en varias ocasiones en su universidad.

En una entrevista para E-Notícies, este colectivo denunció que se trata de un proyecto de ley que “añade contenidos a los que Irene Montero no se había atrevido”. Erike Bastide, representa de Feministas de Cataluña, puso el acento en la situación de desprotección en la que quedarían los padres. “Los padres que no estén de acuerdo con la hormonación de sus hijos tendrán problemas legales. En países como Canadá ya se han quitado custodias”.