Guerra entre la izquierda y vecinos de Barcelona tras el desalojo de unos okupas
Los inmigrantes acumulaban 149 antecedentes policiales y múltiples denuncias por incidencias
Un operativo conjunto de Guardia Urbana, Mossos d’Esquadra y Policía Nacional desalojó este jueves un edificio municipal en el barrio del Raval de Barcelona. Se trata de La Tancada, un bloque de propiedad municipal dentro del cual se alojaban de forma ilegal 37 personas. El desalojo ha sido aplaudido por muchos vecinos cansados de la degradación del barrio, pero también ha provocado la indignación de las organizaciones de la izquierda, que se movilizaron contra el desalojo.
El edificio llevaba okupado desde 2018, y según la Guardia Urbana “tenía fuertes carencias de seguridad y salubridad” y acumulaba “numerosas denuncias por incidencias”. Los okupas, de origen extranjero, fueron desalojados e identificados por la policía, que efectuó además dos detenciones. Tras el desalojo los agentes procedieron a inspeccionar el interior del edificio y restablecieron la seguridad del espacio.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha agradecido a los agentes su actuación y ha elogiado la colaboración entre cuerpos policiales: “Todas y todas velamos por la convivencia y seguridad ciudadana, y sin su profesionalidad eso no sería posible”. El mensaje del alcalde en su perfil de Twitter ha desatado una guerra entre la izquierda, crítica con el desalojo, y los vecinos, que aplauden la desokupación.
La izquierda y los vecinos, enfrentados
Activistas de izquierdas acusan a Jaume Collboni de “dejar en la calle a personas migradas sin techo” y le dedican insultos como “psicópata” y “escoria”. Le llaman “hipócrita” por “autoproclamarse progresista mientras celebra que la policía eche de su casa a 35 personas”. El Sindicato de la Vivienda del Raval denuncia que el ayuntamiento no ha cumplido su palabra de ofrecer una alternativa habitacional a los okupas, y afirma que el desalojo se incluye en el Pla Endreça impulsado por el PSC.
En cambio, hay muchos vecinos que aplauden la iniciativa del ayuntamiento. Como Ruben, que dice que “no soy mucho de tu partido pero si tengo que aplaudirte lo hago”, y que explica que estuvo allí haciendo unas labores “y daba miedo”. Otro vecino dice que “como lloráis los defensores de los delincuentes”, refiriéndose a los activistas de izquierda, y que “esto significa que esta vez Collboni ha acertado”.
149 antecedentes policiales
Entre los comentarios hay uno que pone el acento en el dato de la Guardia Urbana, según el cual entre todos los okupas acumulan 149 antecedentes policiales. Otro vecino recuerda que “la propiedad municipal es de todos, no de cuatro vividores sean de donde sean”. Son muchos los vecinos que denuncian la inseguridad, la suciedad y el incivismo que llevaban años soportando, y que ahora respiran aliviados tras el desalojo.
Quien también se ha manifestado ha sido Andrés García Berrio, número tres de los Comunes por Barcelona en las recientes elecciones al Parlament. “Hoy el ayuntamiento ha dejado en la calle a 35 personas sin alternativa habitacional y ha incluido en el desalojo a la policía nacional por razón de extranjería”, ha denunciado. Su publicación se ha llenado de mensajes de vecinos indignados, que le dicen que lo grave es que hayan tardado tanto en echar a los delincuentes.
Le sugieren a Andrés que se los lleve a su casa, y le dicen que “lo grave es que se okupen ilegalmente propiedades privadas y que se permita la entrada de inmigrantes sin poderles ofrecer un trabajo”. Muchos recuerdan que solo se ha hecho cumplir la ley, y que a los Comunes ya no los vota nadie por este tipo de posicionamientos. El debate evidencia la distancia creciente entre las organizaciones de la izquierda y los vecinos que sufren la inseguridad y el incivismo todos los días.
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