Cataluña prepara su 'ley trans': irá mucho más allá que la impulsada por Irene Montero

El anteproyecto de la ley trans de la consejera Tània Verge ya es público. En él, aparecen varias novedades importantes. La más destacada es la edad para iniciar los tratamientos médicos: los menores de 16 podrán podrán iniciar la transición aunque no tengan consentimiento paterno, siendo la Generalitat quien haga de mediador entre las dos partes.

Las novedades de la ley

El Govern ha hecho público el anteproyecto de ley trans. Por lo anunciado, la ley permitirá que los menores de 12 a 15 años accedan a los tratamientos médicos para iniciar la transición de sexo. Incluso si sus tutores legales no están de acuerdo: en tal caso, se procederá a un servicio de “mediación”.

Mediación que, por lo que parece, no será excluyente ni determinante en caso de que el menor de entre 12 y 15 quiera seguir adelante. Por otro lado, a partir de los 16 años se podrá iniciar el cambio de sexo sin necesidad de consentimiento y sin mediación. El texto insiste en que la autodeterminación de la identidad de género es un derecho humano.

En una dimensión social, el Govern plantea una Renta Garantizada de Ciudadanía a trans menores de 23 años. Se justificará si el joven ha sufrido violencia o discriminación. Así mismo, se les garantizará una vivienda en caso de haber sido expulsados de sus hogares.

Deporte y una nueva casilla en los documentos

También en el aspecto social, la ley apunta a que las personas trans participarán en competiciones deportivas en función del género que ellos hayan manifestado. La ley señala que “se garantizará que las personas trans o intersexuales participan en las mismas condiciones según la identidad de género manifestada”.

El proyecto también introduce una de las reclamaciones más deseadas del colectivo trans: la opción de “no binario” en documentos administrativos. En este sentido, habrá una "comunicación de identidad de género" para acceder a servicios públicos.

A pesar de encontrarse en fase de información pública, la aprobación del anteproyecto en el Parlamento dependerá del apoyo de los grupos políticos. Esto significa que la ley puede no entrar en vigor. Las elecciones catalanas son en 2025 y tal vez no llegue a tiempo.