El partido islamista con lazos en Cataluña que han ilegalizado en el Reino Unido
Hibz ut Tahrir proclama la destrucción de occidente y la consecución del califato mundial
Desde el inicio de la ofensiva israeliana en Gaza, en octubre del año pasado, el Partido de la Liberación Islamica (Hizb ut Tahrir) ha sido el más activo en el llamamiento a la yihad global en suelo europeo. Especialmente en el Reino Unido, donde sus líderes llevan meses profiriendo proclamas homófobas y antisemitas. Por esto el ministro del Interior, James Cleverly, ha anunciado ahora su ilegalización inminente.
El Hibz ut Tahrir es una organización fundamentalista islámica que aspira a la consecución de un califato mundial. Fundado en 1953, cuenta con alrededor de un millón de adeptos en más de 40 países de todo el mundo. Su actividad se ha intensificado las últimas semanas, con manifestaciones a favor de Hamás y contra la existencia del Estado de Israel.
Esta organización islamista radical tiene también sus ramificaciones en Cataluña, siendo especialmente activa en ciudades como Barcelona y Badalona. Uno de sus principales retos es extender sus ideas en las sociedades occidentales. La pregunta ahora es si Cataluña (y España) seguirán los mismos pasos que el Reino Unido, para ilegalizar este partido.
¿Será ilegalizado también en España?
El Ministro de la Seguridad del Reino Unido ha firmado una orden de prohibición del Partido de la Liberación Islámica. A partir de ahora, cualquier muestra de pertenencia o apoyo a esta formación se considerará un delito. El motivo, la difusión del odio y los valores que atacan los cimientos de la civilización occidental.
¿Serán España y Cataluña las siguientes en dar este paso, dados los precedentes de esta organización? El Hibz ut Tahrir ya estuvo en el foco de la policía española como importante centro de captación y adoctrinamiento de jóvenes tras la guerra de Siria. Muchos, luego, eran enviados a combatir en zonas de conflicto.
Según un informe de la Fiscalía a la Audiencia Nacional, el partido “promueve un fuerte odio antioccidental contra los que señala como enemigos del islam”. Fue especialmente activo en la guerra de Siria, con conexiones con organizaciones terroristas como Al Qaeda y Al Nusra. En España, Barcelona fue desde el principio uno de los centros de operaciones de captación y adoctrinamiento de jóvenes.
Badalona, centro de reclutamiento
Antes de la ofensiva israeliana en Gaza, la policía tenía controlados a 150 miembros activos de la organización en España. Los líderes son sobre todo palestinos y sirios, pero la carne de cañón son marroquíes, principal foco de inmigración islámica en el país. Actúan en pequeñas células de cinco o siete miembros, para evitar llamar la atención.
La ofensiva en Gaza ha reactivado este tipo de organizaciones que llaman a la yihad global en defensa de Hamás y del pueblo palestino. Reino Unido seguía siendo la base principal del Hibz ut Tahrir en Europa. Pero su ilegalización abre la puerta a su traslado en otro de los países europeos donde sigue activa.
La policía tenía constancia de una preocupante concentración de actividad de Hibz ut Tahrir en la calle Calderón de la Barca, en el barrio del Pilar de Badalona. Allí, la policía detuvo a algunos de los cabecillas islamistas que llamaban a imponer la sharia (ley islámica) en España. Junto con Cornellà, Badalona fue el principal centro de captación de combatientes del Estado Islámico en sus años de apogeo.
Más peligrosos que nunca
La actividad de la policía y los servicios secretos se incrementó exponencialmente con el inicio de la ofensiva israeliana en Gaza. En los últimos tres meses de 2023 se sucedieron las detenciones por propaganda o actividades terroristas en España. Esto llevó incluso a convocar el consejo de seguridad, que elevó el nivel de alerta terrorista a 4 reforzado.
Interior organizó un plan específico de seguridad para las fiestas navideñas, con el temor de un posible atentado yihadista. La policía sigue alerta ante la amenaza islamista, procedente de organizaciones como Hibz ut Tahrir. Sorprende sin embargo la permisividad hacia este partido, en comparación con lo que han hecho las autoridades británicas.
El partido sigue muy activo en España, Alemania y Dinamarca, los tres países donde podría reubicar su sede principal. La policía controla sobre todo su actividad en las redes sociales y la radicalización de los fieles en las mezquitas salafistas. En todo caso, resulta inquietante la presencia de este partido cuyos militantes no tienen carné, pero sí un desaforado odio a Occidente y a los valores que pretenden destruir.
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