Joan Ignasi Elena provoca una guerra entre policías en pleno auge de la delincuencia

Si el consejero Elena no tenía problemas, ahora tiene uno nuevo: un conflicto entre Mossos y Guardia Urbana. Según ha informado La Vanguardia, el consejero habría acusado a la policía municipal de Barcelona de operar con “deslealtad”. Ahora, en pleno auge de la inseguridad en Cataluña, aparecen problemas políticos dentro de la policía.

La inseguridad en Barcelona

Lo venimos diciendo desde E-Notícies: la inseguridad será el tema del 2024. Ya lo era durante el final el año pasado, pero todo apunta a que será el tema estrella de este año. Y además con un marcado acento electoral: Junts quiere recuperar terreno ante AC y ERC no puede bajarse del barco del progresismo. Pero las últimas encuestas del CIS no parecen muy prometedoras para los partidos procesistas.

Sea como fuere, la inseguridad ya es un debate en circulación. Y a falta de los nuevos datos (y de su desglose), los que por ahora tenemos son reveladores. En las prisiones, la mitad de los presos ya son extranjeros y se dispara a casi el 70% en los menores de treinta años. Por otro lado, ocho de cada diez detenciones en Barcelona son de extranjeros.

Esta situación ha provocado tensiones y dificultades dentro de los profesionales encargados de la seguridad. Los funcionarios de prisiones, por ejemplo, han pedido la dimisión de la consejera de Justicia ante el aumento de las agresiones. Pero si todo esto no fuera suficiente, ahora se destapa que las fuerzas policiales están enfrentadas.

Elena les acusó de “deslealtad”

Lo cuenta La Vanguardia: la Alcaldía de Barcelona - Guardia Urbana - y el Departamento de Interior - Mossos - están enfrentados. Todo explotó en una reunión de trabajo para tratar el aumento de la inseguridad. En ella, el consejero Elena le dijo al alcalde Collboni que la Guardia Urbana actuaba con “deslealtad”. Algo que produjo la incredulidad de sus mandos. Y fuentes del Departamento de Interior aseguran que el conflicto entre ambos cuerpos existe y está abierto.

Al parecer, se trata de un problema de competencias. En los últimos meses, la Guardia Urbana trabajaba codo con codo con los Mossos en la lucha contra los narcopisos. De hecho, se crearon equipos conjuntos de trabajo y los agentes de la Guardia Urbana llegaron a compartir taquillas con los Mossos. Y lo cierto es que los resultados eran satisfactorios.

Al poco, los mandos de los Mossos disolvieron el grupo, pero no la dinámica que tenía. Cada cual estaría en su comisaría aunque trabajaran conjuntamente. Finalmente, este mismo mes los Mossos han decidido que los grupos de trabajo conjunto ya no son necesarios. Esto no ha sido bien recibido dentro de la policía municipal, que se siente desplazada.

En cualquier caso, esta es una crisis fundamentalmente política, pues los operativos conjuntos continúan así como las colaboraciones. Lo que más preocupa es el efecto que esto pueda tener en la seguridad de Barcelona. El teniente de alcalde de seguridad, Albert Battle, ha señalado que hay “desajustes” puntuales y que existen “retos muy importantes que precisan del trabajo conjunto de los dos cuerpos”.