Joan Ignasi Elena con traje azul y corbata roja de pie frente a un grupo de personas uniformadas con sombreros negros y rifles.
POLÍTICA

Joan Ignasi Elena se despide de Interior de la peor forma posible

El máximo responsable político de la seguridad en Cataluña deja su cargo con tres grandes problemas encima de la mesa

Para muchos, Joan Ignasi Elena se ha convertido en el peor Consejero de Interior de la Generalitat que se recuerda. El caos vivido alrededor de la nueva fuga de Carles Puigdemont el pasado jueves y las consecuencias que se derivaron del nefasto dispositivo del cual él era el máximo responsable no han hecho más que confirmar su nefasta gestión al frente de la seguridad en Cataluña.

Que el dispositivo para detener a Carles Puigdemont el jueves pasado fue un fracaso lo evidencia la realidad. El líder de Junts no fue detenido y él asegura que ya está en Waterloo. Y eso que la cúpula de los Mossos sabían el día, la hora y el lugar en el que aparecería un Puigdemont que seguía con su orden de detención activa.

Plano medio de Pere Aragonès y Joan Ignasi Elena con cara de preocupación y llevándose la mano a la boca

Tras este estrepitoso fracaso, las críticas al máximo responsable de la seguridad en Cataluña no se hicieron esperar, lógicamente. Y la gestión del post-fracaso por parte de Joan Ignasi Elena no pudo ser peor. El consejero del Interior en funciones culmina así una trayectoria más que discutible al frente del Departament. A pesar de las muchas polémicas que ha generado, hay tres crisis que Elena no solamente no ha podido solucionar en sus tres años en el cargo, sino que las ha alimentado o directamente provocado.

1.- Pérdida de credibilidad del cuerpo de Mossos d’Esquadra

Una de las tareas importantes que deberá asumir la futura consejera del Interior, Núria Parlón, es la de recuperar la credibilidad que ha perdido el cuerpo de los Mossos d’Esquadra tras la esperpéntica fuga de Puigdemont del pasado jueves.

Los mandos policiales de los Mossos (con Joan Ignasi Elena a la cabeza) fueron el hazmerreír de medio mundo. Ya sea por incompetencia o por connivencia, fueron incapaces de montar un dispositivo eficaz para detener a Carles Puigdemont. Todo el mundo sabía que el líder de Junts estaría a las 9 de la mañana en el Arc de Triomf en Barcelona. Y, aún así, se les escapó escondido en coche.

Primer plano de Joan Ignasi Elena dando una rueda de prensa

A pesar de que en los últimos años los Mossos habían adquirido un cierto grado de prestigio gracias al buen trabajo de sus agentes, la cúpula la ha dilapidado toda tras el espectáculo protagonizado por Puigdemont el pasado jueves.

2- Enfrentamiento con los sindicatos

El enfrentamiento entre Joan Ignasi Elena y los sindicatos viene de lejos. Los representantes laborales de los agentes de los Mossos llevan tiempo criticando el abandono del consejero del Interior. Desde horas extra y pluses que no se quieren pagar, su intención de no indemnizar a una agente que fue víctima de abusos de un médico de Interior y comisarías en estados deplorables son algunas de las disputas que han tenido.

Si la situación ya era tensa, Joan Ignasi Elena lo hizo estallar todo por los aires en la rueda de prensa del pasado viernes para justificar el dispositivo policial fallido que no pudo detener a Puigdemont. El consejero del Interior atacó al Sindicat Autònom de Policia (SAP-FEPOL), acusándolos de hacer política en lugar de defender a sus afiliados. 

No era la primera vez que intentaba desprestigiar al sindicato mayoritario de agentes de Mossos, pero hacerlo en la que seguramente será su última rueda de prensa como consejero y tras el estrepitoso fracaso de la no-detención de Puigdemont, fue la gota que colmó el vaso.  “No era fácil, pero ha conseguido ser el peor Conseller d’Interior que recuerdo. Ayer se marcó una despedida en gestión digna de su nivel y de su equipo. No rendirle pleitesía es ‘hacer política’. Mucha suerte tenga pero bien lejos de los Mossos”, escribía el portavoz de SAP-FEPOL. La ruptura entre agentes y la cúpula del cuerpo (y el Departament) se extiende también a otros sindicatos como SEGCAT o USPAC, que en los últimos días también han evidenciado el distanciamiento entre las dos partes.

3- La inseguridad, disparada en Cataluña

La última gran crisis que deja Joan Ignasi Elena encima de la mesa tras tres años cobrando más de 120.000 euros anuales es, seguramente, la más importante. O, por lo menos, la que afecta más directamente a la ciudadanía.

Las cifras de inseguridad en Cataluña se han disparado desde que él está al mando de la Consejería. Si bien accedió al Govern con restricciones por la pandemia, los datos de criminalidad ya han superado claramente los del año 2019. Y, de hecho, actualmente tenemos los peores datos delictivos de casi la última década. Sin embargo, el problema va más allá.

Y es que Joan Ignasi Elena no solamente ha sido el máximo responsable de la seguridad en Cataluña que ha visto cómo han aumentado casi todos los delitos, sobre todo, los más graves. Además, los ha negado constantemente. Con su negacionismo delincuencial, Elena no ha parado de decir que “Cataluña es un lugar seguro” y ha acusado a medios de comunicación y a los “bulos de la extrema derecha” de ser los culpables de que haya aumentado “la percepción de inseguridad”. Obviando que, con datos oficiales en la mano, la criminalidad ha aumentado drásticamente en los últimos años. De hecho, el 2023 acabó con un incremento destacado de delitos como las violaciones (+34,1%), los homicidios (+12,7%), las tentativas de homicidio (+18,9%), los secuestros (+22,2%), los hurtos (+4,9%) o los robos con violencia e intimidación (+1,5%).

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