La insostenible situación migratoria en Canarias y cómo afectará a Cataluña
La Generalitat se enfrentará otra vez a un problema asistencial para atender al reparto de inmigrantes
La situación migratoria en Canarias es insostenible. Según los datos del Ministerio del Interior, en los cinco primeros meses de 2024 la llegada de inmigrantes al archipiélago aumentó casi en un 260% en comparación con el mismo periodo en 2023. Con respecto a las embarcaciones, el aumentó fue de casi el 150%.
La parte más compleja de este aumento de la presión migratoria se la lleva Canarias, que es una puerta natural de entrada. En 2023, por ejemplo, alrededor del 70% de la inmigración irregular que llegó a España lo hizo a través del archipiélago. En los últimos días, la situación se ha complicado y los meses de calor apuntan a un empeoramiento.
Las últimas noticias señalan que en tan solo cuatro días han llegado 1.790 personas, de las cuales 200 eran menores. En total, las Islas Canarias gestionan en estos momentos a 5.661 menores no acompañados. Ante esta situación, el gobierno canario ha tenido que enviar un mensaje de socorro. Las capacidades asistenciales a menores están “totalmente superadas” y el archipiélago “no aguanta más”. Así se expresaba el pasado lunes el portavoz del Gobierno de Canarias, Alfonso Cabello.
El efecto en Cataluña
Como venimos informando en E-Notícies, uno de los problemas a los que se enfrentó el Govern de ERC - y al que se enfrentará el nuevo Govern - fue la gestión de la inmigración. Y es que, si por algo se destaca Cataluña, es por recibir una parte importante de esta inmigración. Sobre todo, de menores no acompañados.
A fecha de noviembre de 2023, en términos absolutos Cataluña era la tercera región que recibía más inmigración, alrededor de una quinta parte. Pero lo cierto es que estas cifras son tentativas y dependen en gran medida de la presión migratoria y del reparto que haga el Gobierno central. Un reparto que, por otra parte, es obligatorio. De hecho, uno de los últimos problemas a los que se tuvo que enfrentar el consejero de Derechos Sociales, Carles Campuzano, fue a la imposición del reparto de menores no acompañados.
Con respecto a los menas, Cataluña sí que sobresale como la comunidad autónoma que recibe más menores no acompañados. Como también explicamos en E-Notícies, en los últimos siete años Cataluña ha experimentado un aumento del 287% en llegadas de menas. En 2023, Cataluña recibió 2.330 menas y la tendencia de 2024 apunta a que será aún mayor. Por el momento, el primer trimestre de 2024 ya ha batido el récord histórico con casi 900 menores no acompañados. Como es natural, esta situación lleva al límite las capacidades asistenciales de la Generalitat.
En los últimos meses ya hemos podido ver las imágenes de menores durmiendo en las comisarías o de localidades catalanas que se niegan a albergar centros de acogida para los menores. Por otro lado, está la financiación de estos servicios asistenciales, que es un punto de fricción con el Gobierno central. Según explicó el consejero Campuzano, los aproximadamente 8.000 menores que atienda la Generalitat tienen un coste de 100 millones de euros anuales. “Cataluña asume este esfuerzo de acogida y necesita corresponsabilizar al Estado”, dijo el consejero Campuzano el pasado enero.
Un problema a futuro
Más allá de las particularidades asistenciales de los menores, el crecimiento demográfico en Cataluña plantea problemas de mayor envergadura. Un crecimiento demográfico que, a su vez, se nutre fundamentalmente de inmigración. Y es que, como ya se informó hace unos meses, Cataluña había llegado a la cifra de ocho millones de habitantes. Este es el telón de fondo de muchos de los problemas asistenciales que tiene ahora mismo la Generalitat.
En su informe de 2023, el Síndic de Greuges dijo detectar “muchas carencias” en la administración para gestionar este crecimiento demográfico. Es decir, que la actual infraestructura de la Generalitat no alcanza para atender a ocho millones de personas. Según los datos que proporcionó el Síndic, en 2023 casi el 44% de las quejas que recibieron tenían que ver con el ámbito social, educativo y sanitario. Sin ir más lejos, el Govern de ERC se organizó una polémica a sí mismo cuando atribuyó los malos resultados del informe PISA a una sobrerrepresentación de inmigrantes en la muestra.
Sea como fuere, al Síndic le parece claro que Cataluña tiene un déficit institucional muy importante. Se trata de un problema de largo recorrido y que exige soluciones estructurales y complejas. Por el momento, la conclusión del Síndic es clara: “la administración no está preparada para la Cataluña de los ocho millones”.
Más noticias: