Mujer de cabello oscuro y corto hablando frente a un micrófono, vestida con una chaqueta azul y una camiseta gris, con un fondo blanco y una pantalla a la derecha.
POLÍTICA

Aliança Catalana, el otro grupo parlamentario del Congreso

A cambio de competir con AC, Junts tendrá que aguantar la idea de que están alineados con la derecha española

Después de la aventura procesista - que rompió durante un tiempo el eje izquierda-derecha -, Junts está en trámites de encontrarse consigo mismo. En esencia, se reduce a aceptar que son un partido de derechas. Como es habitual, esto no ha sido por voluntad propia, sino por presión externa.

Desde que surgió Aliança Catalana, fue evidente para todos que Junts tenía un problema electoral e ideológico. Sin cargar con la mochila procesista, Orriols se ha podido permitir el maximalismo en sus posturas nacionalistas. El primer afectado por este maximalismo es Junts, que al fin y al cabo tiene el mismo electorado que AC.

Por su parte, Junts y ERC reaccionaron de manera muy violenta al nacimiento de AC. En el caso de ERC, la oposición hacia Orriols era natural e incluso conveniente. Y si por algo se destacó la campaña electoral de los republicanos, fue por la importancia que le dieron a Orriols.

Plano medio de Sílvia Orriols votando en el Parlament de Catalunya con la barretina de su abuelo en su mano izquierda

El caso de Junts, en cambio, es diferente y más complejo. A diferencia de ERC, Junts no solo tiene que oponerse a AC, sino que también tiene que actuar. Y tenemos ya los suficientes ejemplos como para poder afirmarlo.

El peaje de Junts

Si hacemos un repaso a algunos acontecimientos de los últimos meses y días, observamos un claro patrón. Junts quiere ganar crédito entre su electorado y eso solo es posible si endurecen el discurso. Este patrón también se manifiesta en la reacción de ERC, que ahora explota la idea de que Junts se ha radicalizado.

El último ejemplo es de ayer mismo. Con la aprobación en el Congreso de la propuesta de Junts para luchar contra la multirreincidencia, ERC se ha lanzado a decir que Junts está alineado con Vox y PP. Esto es cierto, pero es solo un espejismo.

Si uno escucha la intervención de ayer de Ortega-Smith para justificar el voto de Vox, parece imposible considerar que estén en un mismo bloqueo. El diputado de Vox habló de que Puigdemont era el verdadero “multirreincidente”, de que en Junts son unos hipócritas, etc. Por su parte, el PP no tuvo palabras mucho más amables hacia los de Puigdemont.

La candidata número 1 de Junts per Catalunya por Barcelona al Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, y el secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, a su llegada a una reunión del partido para valorar los resultados de las elecciones del 23J

En realidad, que ERC vincule a Junts con la “derecha española” es un peaje que los juntaires tiene que pagar si quieren competir con Aliança Catalana. Hemos tenido más ejemplos. Ahí está la presunta concesión de competencias migratorias que consiguió Junts o la negativa al reparto de ‘menas’.

En Junts son plenamente conscientes de que el compás de la derecha catalana - ese es su negociado - lo marca Sílvia Orriols. De rebote, esto lleva a que AC parezca tener un grupo parlamentario fantasma en el Congreso de los Diputados. Y esto no solo lo señaló ayer ERC, incluso lo hizo Vox.

Por sus reacciones los conoceréis

Ante la acusación de aliarse con la derecha española, la única respuesta que le queda a Junts es la que dio ayer Míriam Nogueras. En una intervención en TV3, Nogueras compartió el que será el nuevo manual del estilo del argumentario de Junts.

Este argumentario consiste en decir que ellos no forman parte de ningún “bloque español” porque no aceptan leyes que invadan competencias catalanas:

Esta respuesta de Junts podrá resultar relativamente eficaz en los debates que oiremos durante las próximas semanas. Además, como ocurre con los alquilers, los de Puigdemont podrán diluir el asunto en su negativa a intervenir el mercado del alquiler. Pero hay algo que Junts no va a poder negar: que se hacen más de derechas.

Como es natural, esto no lo van a admitir y a gritar a los cuatro vientos. Por el contrario, esto queda constatado en la reacción de ERC y los partidos progresistas. Esta reacción no es otra que poner en marcha la máquina del “fascismo”, “ultraderecha”, “están al servicio de los ricos”, etc:

En definitiva, una vez hundido el procesismo, Junts y ERC buscan su nuevo sitio. En el caso de los republicanos, necesitan un espacio para que el PSC no les devore aún más. Y en el caso de los juntaires, para que AC no les devore en el futuro.

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