AC continúa con su expansión territorial con un ojo puesto en el mundo rural
El partido se hace fuerte en zonas donde el discurso nacionalista y conservador cala mejor
El gran reto de un partido en fase de crecimiento es acompasar su aumento de visibilidad con la organización interna. Si los dos factores no se armonizan debidamente, en algún momento empiezan los desequilibrios. La CUP es un buen ejemplo: su manifiesta disfuncionalidad orgánica malogró la exposición mediática que le ofrecía el procesismo.
En este momento, el partido catalán que está más centrado en acumular crecimiento orgánico es Aliança Catalana. Su proyecto de expansión territorial - con vista a las municipales del 2027 - es evidente. El partido está en fase de conseguir militantes, penetración en el territorio y formar a sus cuadros.
En este sentido, desempeñan un papel fundamental figuras que no tienen la misma trascendencia pública que el líder, como pueden Jordi Aragonès u Oriol Gès. La semana pasada, por ejemplo, se reunía en Sitges la Secretaría de Estudios y Programas, que dirige Aragonès. Además de los temas sectoriales (educación, lengua, economía, etc.), el partido le ha dado mucha importancia a las alianzas internacionales:
Un caladero de votos desatendido: el campo
La sociología electoral de Cataluña muestra que partidos identitarios, como Vox o Aliança Catalana, no se pisan lo más mínimo entre sí. El motivo no es tanto la diferencia del eje nacional, sino la distribución geográfica. Mientras que Vox se consolida en zonas periféricas y de clases populares, Aliança Catalana lo hace en la famosa “Cataluña interior”.
Esto tiene dos factores de gran importancia para el análisis. El primero es que el nacionalismo ha sido muy fuerte en las zonas rurales, lo que aumentaba su representación por las distorsiones del sistema electoral. El segundo es que el sector primario ha sido abandonado a su suerte, y esto dispara a las formaciones identitarias de toda Europa.
Con estos mimbres, lo que algunos llaman “la venganza del campo” es altamente probable que esté capitalizada por Aliança Catalana. No es casualidad que, en la reunión de la Secretaría de Estudios y Programas, el partido colocara al sector primario como una prioridad estratégica. Es en ámbitos como el rural donde el discurso político conservador, que privilegia la transmisión patrimonial y cultural, cala mejor.
Finalmente, cabe destacar que el crecimiento orgánico por el que ha optado AC es muy lento, pero da resultados firmes. En este sentido, el cordón sanitario también actúa de manera contraproducente. Y el motivo está en que los nuevos seguidores que se incorporan a AC lo hacen ya a pesar del cordón político y mediático.
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