
Eurovisión defiende el televoto, pero confirma posibles cambios en un futuro
El director de Eurovisión, Martin Green, ha publicado una carta abierta para aclarar todas las polémicas de esta edición.
Eurovisión no es solo música y espectáculo; también está cargado de política, a menudo acompañada de polémicas que terminan eclipsando el propio show. Este año más que nunca se ha hablado más de las controversias que de las propias canciones. Entre ellos está la victoria del austríaco JJ, la participación de Israel en el certamen o la dudosa validez del televoto.
Después de casi seis días tras la resaca eurovisiva y del sentimiento agridulce que nos llevamos los españoles, el director del Festival de la Canción de Eurovisión, Martin Green, ha emitido una carta abierta dirigida a la comunidad eurofán.
Lo primero de todo ha sido apoyar y reafirmar la victoria limpia que Austria consiguió con su canción 'Wasted Love'. "Su actuación y canción ganaron el concurso con justicia, claridad y validez", ha afirmado intentando redirigir la atención sin empañar el evento.

Lo segundo fue aclarar la validez del televoto, gestionado por la empresa Once Germany GmbH, y sobre el que él mismo aseguró que era imposible que se produjera un fraude. "Más de 60 personas en Colonia (Alemania) y otras en Viena y Ámsterdam supervisan el proceso de votación en cada país y mantienen contacto directo con socios de telecomunicaciones y radiodifusión en todo el mundo".
Martin Green quiso zanjar la polémica sobre la votación asegurando que todas las decisiones relacionadas con los resultados están debidamente documentadas y revisadas, en respuesta a las reclamaciones de varias televisiones europeas —entre ellas RTVE— tras conocerse que el televoto español otorgó la máxima puntuación a Israel.
Pero sin duda, uno de los temas más controvertidos de Eurovisión 2025 ha sido la influencia de votaciones masivas organizadas por comunidades o diásporas. El director reconoció que este fenómeno no es un fallo, sino parte del espíritu del concurso, aunque admitió que el efecto amplificador de algunas campañas merece ser analizado y se estudiará de cara a futuras ediciones.

Sin olvidarse tampoco de la gran distancia entre los votos concedidos por el voto popular (297) y el jurado profesional (60) a Israel. La UER ha confirmado, tras una investigación interna, que una agencia gubernamental israelí organizó una campaña digital a gran escala para favorecer el televoto a su candidato, Yuval Raphael.
Según VerificaRTVE, la estrategia incluyó anuncios dirigidos a través de Google y la difusión de 89 vídeos personalizados en YouTube, orientados a públicos de 35 países. En estos contenidos se explicaba paso a paso cómo votar, se destacaba el número de Israel en el concurso —tanto en semifinal como en la final— y se recordaba que era posible emitir hasta 20 votos por persona. Tras esto, la UER deberá revisar si este tipo de campañas deben ser reguladas más estrictamente en futuras ediciones.

La presión institucional sobre Eurovisión ha ido en aumento, liderada por RTVE, que junto a otras televisiones públicas europeas —como las de Bélgica, Finlandia, Países Bajos, Islandia, Eslovenia, Irlanda y Noruega— ha solicitado a la UER una auditoría del televoto y mayor transparencia en los resultados. Estas cadenas no solo cuestionan el sistema de votación, sino también el impacto político de permitir la participación de Israel en medio del actual conflicto. Ante esta carta conjunta, la organización del festival parece dispuesta a abrir un debate sobre el proceso, especialmente en lo que respecta al televoto.
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