Preocupación en la DGT: la nueva técnica para esquivar las multas de tráfico

La Dirección General de Tráfico (DGT), encargada de velar por la seguridad de los conductores en la carretera, tiene motivos para preocuparse. Recientemente se descubría la estrategia que adoptan algunos para librarse de las multas al volante. Sobre todo para no ser 'cazados' por los radares.

Las técnicas empleadas lo único que consiguen es poner en jaque el sistema de control. En este caso, el método usado se viralizó en Italia y es probable que en cuestión de muy poco tiempo llegue a nuestro país.

La DGT está al corriente de este procedimiento que consiste en colocar una pegatina similar a la de la matrícula del coche. Al parecer, así consiguen despistar a los sistemas de monitoreo, que son incapaces de recoger con claridad los números de la placa.

Incluso puede darse el caso de que en las fotografías que toman los radares no aparezcan dichos números. Esto se produciría debido al reflejo que puede ocasionarse sobre todo en las jornadas de más sol. Dificultaría por completo la identificación del vehículo, lo que impediría generar la multa.

La DGT tendrá que poner en marcha nuevos mecanismos

La DGT no permitirá que nadie infrinja la ley, y menos en un asunto de tanta relevancia que afecta a la seguridad vial. Se entiende que aquellos que recurren a este tipo de estrategias lo hacen con intención de saltarse los límites. Además de circular al margen de la ley, también estarían poniendo en riesgo la vida del resto de conductores.

En vista de esto, a Tráfico no le ha quedado más remedio que buscar nuevas alternativas de control. Entre otras cosas ya están haciendo uso de drones y helicópteros, sobre todo en ciertas épocas del año con más volumen de vehículos.

Desde la DGT también quieren mandar un serio aviso a los que recurran a este tipo de artimañas para librarse de los radares. Se exponen a una multa de hasta 6.000 euros, además de la retirada de seis puntos del carnet de conducir.

3.000 radares en las carreteras españolas

Los desplazamientos por las carreteras españolas se encuentran monitorizados por unos 3.000 radares. Los más habituales suelen ser los fijos, que permanecen instalados en los pórticos, cabinas o junto a los paneles informativos. Se identifican con relativa facilidad, ya que además suele haber señalización previa.

Más complicados de detectar serán los radares móviles, en coches de la Guardia Civil, o los de tramo. No suele haber ninguna indicación al respecto, por lo que el riesgo de acabar sancionado será mucho más elevado. Para evitar cualquier tipo de multa, lo adecuado es respetar los límites de velocidad en cada momento.